El futuro próximo de la vivienda: ¿El Covid-19 pondrá fin a la subida de precios?
Tras un lustro de incremento en el importe de la vivienda, el ritmo de aumento ha bajado por primera vez del 2% interanual. El coronavirus podría poner fin del ciclo alcista que se alargaba desde principios de 2014.
9 sep 2020 - 04:54
Siete años de vacas flacas… ¿y siete años de vacas gordas? Entre el segundo trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2014, el precio de la vivienda encadenó siete cursos seguidos de caídas. Desde ese momento, el sector lleva seis años consecutivos de incrementos, a los que el coronavirus podría poner fin antes de lo esperado cuando el sector preveía alcanzar la velocidad de crucero y una cierta estabilización.
Según datos del Índice de Precios de la Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) el precio de la vivienda aumentó un 2,1% interanual en el segundo trimestre del año, la menor alza desde 2015, y encadena cinco trimestres consecutivos de desaceleración. ¿El Covid-19 pondrá fin al aumento del precio de la vivienda?
El director de servicio de estudios de Tinsa, Rafael Gil, explica a EjePrime que “los indicadores anticipan meses complicados en la actividad y esto debería reflejarse en los precios”.
En este sentido, la evolución de la confianza de los consumidores será clave para la actividad en la compraventa de viviendas. Gil explica que si la situación epidemiológica mejora, también “puede haber una recuperación” de los precios a medio plazo.
Desde Tinsa no prevén ajustes significativos en el precio de la vivienda
Sin embargo, se debe tener en cuenta la gran heterogeneidad que hay en el mercado residencial. La evolución se prevé muy diferente en el mercado de obra nueva que en el de segunda mano y aún más dependiendo de la ubicación de los activos, ya que las zonas donde impera la segunda residencia como la Costa del Sol o Baleares sufrirán un impacto mayor que los mercados de Madrid y Barcelona, con una mayor demanda y, por tanto, más resistentes a esta crisis.
Samuel Población, director nacional de residencial y suelo de Cbre, pone el acento en la diferencia entre obra nueva y segunda mano, ya que, explica, los precios de la obra nueva tienen un retraso de entre dos años y dos años y medio a la hora de mostrar la evolución de los precios “por el propio proceso de maduración de la promoción”.
El directivo apunta a contracciones que pueden alcanzar hasta el 7% en la vivienda de segunda mano en lo que resta de año, mientras que, en los lanzamientos de obra nueva, serán mucho más controlados.
Otras fuentes apuntan que, a pesar de que el mercado de vivienda de nueva construcción tiene una menor elasticidad precio-demanda, “a largo plazo los precios tienden a converger”, por lo que a partir de 2021 podría agudizarse el enfriamiento del mercado.
Se debe tener en cuenta la gran heterogeneidad que hay en el mercado residencial, entre obra nueva y segunda mano y entre mercados
De todos modos, el director ejecutivo de residencial en Savills Aguirre Newman, Arturo Díaz, señala que tras el freno provocado por el confinamiento “en algunas zonas y promociones concretas, los ritmos han llegado a aumentar de forma muy significativa con un mes de julio con altísimo nivel de ventas”.
El mercado de obra nueva, además, permite un mejor control de los precios, ya que las promotoras pueden aminorar el lanzamiento de nuevas promociones, lo que permitiría reducir la oferta y, por tanto, mantener el equilibrio con la demanda.
Sin embargo, Población alerta que “aún no estamos viendo el impacto del Covid-19 en el mercado residencial” y augura que la afectación se empezará a verse en los datos del tercer trimestre y, sobre todo, en los de final de año.