Koldo Monreal (Edifica): “La evolución de la construcción es tan rápida que no somos capaces de asimilarla”
El director de Edifica repasa el momento de la construcción, que ve relegada en términos de eficiencia y salud respecto a los países centroeuropeos. Además, critica la perspicacia en el sector y deja claro que la industrializada no bajará costes.
14 sep 2023 - 04:58
Koldo Monreal es el director de la feria Edifica, el certamen bianual que busca impulsar la construcción sostenible y saludable en España que se celebrará del 20 al 22 de septiembre en Pamplona. Monreal analiza el contexto del sector, que ve en pleno ajuste, critica la poca voluntad del inmobiliario en impulsar una construcción más acorde con los parámetros de eficiencia, sostenibilidad y salud del centro y norte de Europa, y alerta de la falta de mano de obra especializada que, junto con la poca demanda, impacta de lleno en el avance de la construcción industrializada.
Pregunta: ¿Qué distingue a Edifica respecto a otros encuentros del sector de la construcción?
R.: En España hay muchísimos eventos sobre construcción, cada uno tiene su pequeño carácter. Edifica es un evento sin ánimo de lucro, no tiene un fondo lucrativo y esto lo condiciona absolutamente todo, porque no somos una empresa sino parte del sector vinculado a la construcción. Eso quiere decir que estamos preocupados por las tendencias y por la evolución del mercado. Y lo más importante, nos distinguimos por poner al usuario en el centro del debate. Esto nos diferencia desde el primer momento, porque si nosotros no tenemos lucro como organismo y ponemos en el centro al usuario final, todo se transforma. Edifica habla de la física de la construcción, pero pensando en el usuario final. Porque en el momento en que empezamos a entender cómo se comporta un edificio, el usuario puede elegir y puede separar del grano de la paja. Respecto la edición de este año, como los demás eventos, irá condiciona por la evolución del mercado. Hablaremos de salud, formación, industrialización, precios, etc.
P.: ¿Cuál es el estado de la construcción, teniendo en cuenta el cambio de ciclo inmobiliario?
R.: Ahora mismo estamos en una contracción tremenda que no sabemos dónde nos va a llevar, no solamente en España sino en toda Europa y esto no lo digo yo, son números. Cuando un arquitecto se para quiere decir que no va a proyectar y si no proyecta los demás van seguidos: promotores, constructoras, etc. Actualmente, en España tenemos una contracción de producto en torno al 20% y el 30%, que en Europa se eleva en torno al 50%, y hablo de grandes empresas, de multinacionales. Esta situación se enmarca en la exigencia por parte de Europa de que hay que hacer mejor construcción, hay que construir mejor en dos líneas: la línea energética y la mejora respecto al usuario.
“Actualmente, en España tenemos una contracción de producto en torno al 20% y el 30%”
P.: ¿La construcción industrializada es la panacea para cumplir estos objetivos?
R.: La industrialización en España no llega al 1%, mientras que en Centro Europa supera el 50%. Una de las fábricas industrializadas en España es Viguetas Navarra y el 80% de lo que produce lo vende a Europa. Tenemos un dato ahí. Mientras que Viguetas es la única empresa de esta modalidad en España, en Alemania tienes la friolera de 300 empresas, exactamente iguales, con la misma tecnología. Tenemos que empezar a mirar lo que están haciendo nuestros vecinos europeos, no porque sean mejores, simplemente porque empezaron antes que nosotros. Por otro lado, está el tema formativo: en España no hay técnicos modulares ensambladores; si no tenemos profesionales suficientes para unir las piezas de la industrializada, tenemos un problema. Otro: en España apenas hay grúas que permitan mover las piezas prefabricadas. La evolución de la construcción es tan rápida que no somos capaces de asimilarla. Aquí hay un problema que se debe solucionar de forma apremiante para que la industrializada pueda despegar en España.
P.: Entonces, ¿el recorte de costes, y por ende de precios, que promete la industrializada tendrá que esperar?
R.: Los precios no van a bajar, es imposible. Cada vez hay menos materia prima, el gasto energético va para arriba y la mano de obra va a ser más especializada. Con lo cual va a tener que demandar mayor cantidad económica, y eso hará que sea muy difícil que pueda bajar el precio de un inmueble. Además, en España la repercusión que tiene el precio del suelo es tan exagerada… Si se liberara suelo igual se podría contraer esta alza, pero mientras la política de suelo continúe siendo la que es y tengamos el suelo que tenemos, es difícil que el precio del mercado varíe a la baja. Dicho esto, quien piense que la industrialización va a permitir abaratar los costes se equivoca; lo que va a hacer es permitirnos seguir construyendo, pero no a menor precio: sólo por la mano de obra, más especializada, habrá un incremento. El único abaratamiento de los costes productivos va a venir por los residuos: vamos a usar el 100% de la bobina de hierro porque la vamos a cortar a medida, pero no sé si será un recorte muy significativo. En el fondo, lo que nos va a traer la industrialización es una mejor construcción, mucho más precisa y va a dar algunas respuestas, no todas.
“Quien piense que la industrialización va a permitir abaratar los costes se equivoca”
P.: ¿Los certificados han sido el principal driver para impulsar la construcción sostenible?
R.: Vamos a empezar a definir cosas: en España tenemos que seguir el Código Técnico de Edificación (CTE), que no es más que un código técnico de mínimos. No quiere decir que no se pueda hacer más. El problema de la construcción en España es que hay una picaresca infame. Te voy a poner un ejemplo: cuando ha habido diferentes CTE, todas han ido en la dirección del usuario final, por beneficio del usuario final, ¿sabes qué hicieron la mayoría promotores, incluso los usuarios privados para su casa? visar rápidamente para no cumplir la norma civil. Esta es la realidad: es un problema de actitud, aquí hay un problema cultural. Los sellos lo que han hecho realmente es entrar en el espacio que el CTE no es capaz de ocupar, dando una garantía de seguimiento en obra. Pero cuidado, la picaresca sigue existiendo, es un poco más difícil, pero no se elimina. Por ejemplo, hay edificios certificados a los que yo no me iría a vivir ni, aunque me pagaran. ¿Por qué? Porque, y aquí entra otra cuestión: ¿qué se está certificando? ¿Un proceso? ¿Una calidad? ¿Hay una verificación y se va comprobando a lo largo de los años de que efectivamente es así? ¿Qué parte legal le dejamos al usuario para defenderse? Hay que poner números en las letras.
P.: ¿Cómo se hace?
R.: Por ejemplo, cuando un edificio Passivhaus es certificado, sabemos que su demanda energética va a estar por debajo de quince. Y aparte de sujetarlo en papel hay unos ensayos como el Blower Door (test de hermeticidad), que ni existía en España. Algo tan sencillo como calcular las pérdidas que tenemos por infiltración o exfiltración, o sea, el aire que entra de forma incontrolada al edificio. Es más, si tú no controlas, ¿cómo puedes decir que haces un edificio eficiente si no haces ningún ensayo? ¿Yo cómo te garantizo como médico de que tienes azúcar en la sangre si no te hago un análisis de sangre? ¿Cómo me puedes decir que este edificio consume tanto o no tanto si no supones que tiene un grado de hermeticidad? ¿Cuántas inspecciones hay en esta línea? La parte administrativa ahí ha dejado un hueco al certificado.
P.: Por último, ¿la construcción eficiente y sostenible tiene que ser sí o sí con materiales renovables como la madera?
R.: Si tú me hablas sobre la huella de carbono y sobre el impacto que tiene el dióxido de carbono (CO2), pues evidentemente un edificio de madera te va a puntuar mejor que un edificio de hormigón. Ahora bien, si esa madera me la has traído de Normandía, adiós sostenibilidad. La eficiencia del edificio no va a depender de los materiales. Un edificio eficiente se puede hacer con cualquier tipo de material que existe en este planeta. Ahora bien, ¿la conductividad de la madera es la misma que la del hormigón? No. Todos los materiales tienen propiedades y en función de estas será una ventaja o una desventaja en función de lo que yo quiera conseguir.