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Esteban Gil (Ávita): “Necesitamos procesos novedosos para construir de forma eficiente”

El Plan Vive, proyecto residencial impulsado por la Comunidad de Madrid, y su industrialización han sido el tema central de la ponencia con directivos de las empresas Socotec, Culmia y Grupo Avintia en la feria Construmat 2024.

Esteban Gil (Ávita): “Necesitamos procesos novedosos para construir de forma eficiente”
Esteban Gil (Ávita): “Necesitamos procesos novedosos para construir de forma eficiente”
Las claves del Plan Vive han sido la industrialización, la digitalización y la sostenibilidad.

L. Rodríguez

22 may 2024 - 05:00

El futuro del residencial industrializado en Madrid. Durante la feria Construmat, que reúne al sector de la construcción y este año se celebra en Barcelona del 21 al 23 de mayo, se ha abordado el Plan Vive de la Comunidad de Madrid debatiendo su desarrollo industrializado. Directivos de empresas que han trabajado en futuras promociones del plan han expuesto las claves de la construcción y los puntos fuertes de esta modalidad frente la tradicional.

 

En la ponencia Construcción industrializada para el desarrollo de vivienda asequible a gran escala: El Plan Vive han estado presentes el director de operaciones de la promotora inmobiliaria Culmia, Juan Manuel Borrás González, y el director general de Ávita, la división de construcción industrializada de Grupo Avintia, José Ignacio Esteban Gil, con la moderación del director de ciudades y edificación de la oficina de Madrid de Socotec, Antonio Sánchez Gea.

 

Los tres directivos han expuesto como ejemplo el desarrollo del Lote 3 y el Lote Único del Plan Vive II que agrupa un total de 2.900 viviendas. Las claves del Plan han sido la industrialización, la digitalización y la sostenibilidad. El director general de Ávita ha subrayado que “el objetivo era hacer un producto fácilmente explotable o mantenible en el tiempo, con un coste de inversión inicial no muy alto y, sobre todo, con costes de operación bajos”.

 

 

 

 

Esteban Gil ha resaltado la adaptación de la forma de trabajo a la modalidad industrializada respecto a la construcción tradicional: “hemos tenido que hacer un trabajo de evangelización sobre las capacidades del producto más allá de las habituales para poder convencer a la gente”. Destaca la sostenibilidad del producto a partir de las capacidades de eficiencia energética y sus calificaciones Breeam (de sus siglas en inglés, Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology). Además de significar una construcción “sin ladrillos, sin cerámicos e intentando evitar la parte de residuos”.

 

La rapidez del proyecto también es clave según los directivos; la industrialización permite acortar los plazos de ejecución en un 30%. Esteban Gil ha indicado que para construir la cantidad de vivienda asequible necesaria en España “necesitamos procesos novedosos que nos permitan con menos medios ejecutar los poryectos de forma más eficiente”. El directivo de Culmia destaca la escalabilidad y “la apuesta por un sistema industrializador en un volumen tan grande en tan breve espacio de tiempo”. Antes de que acabe el año las doce promociones que han llevado a cabo conjuntamente estarán entregadas.

 

Los tres directivos han incidido en el reto de trabajar de forma conjunta entre profesionales (arquitectos, constructores y promotores) en diferentes proyectos que perseguían elementos comunes y un mismo proceso. Desde la ingeniería, el director de ciudades y edificación en la oficina de Madrid ha subrayado el reto de “homogeneizar el trabajo” y de “comprometerse con el cliente y tener capacidad analítica de las necesidades”.