17 feb 2023
La situación en cuanto a los alquileres de vivienda está en pleno proceso de cambio. Todas las políticas para rebajar las rentas se han hecho en dirección contraria. En la ciudad de Barcelona, la medida de obligar a promotores a clasificar el 30% de techo en VPO en obras nuevas y rehabilitaciones ha producido un parón en la actividad.
Los intentos frustrados de limitar el precio del alquiler también provocaron la no renovación de contratos y la salida a la venta de muchas viviendas. Todo ello, junto a la inseguridad jurídica y la impunidad ante los impagos e okupaciones, ha llevado a los propietarios a reinventarse o morir.
La opción que están llevando a cabo los arrendadores que optan por seguir alquilando sus viviendas es la de rehabilitarlas y equiparlas para ponerlas al mercado en modalidad de alquiler de temporada. Es muy complicado encontrar en el mercado viviendas bien situadas que no estén en un estado óptimo, ya que el mal estado de la vivienda comporta la entrada de inquilinos con alto riesgo de impago.
Si hacemos el ejercicio de buscar viviendas en alquiler en zonas céntricas en los grandes portales generalistas veremos el alto porcentaje de viviendas amuebladas, equipadas y decoradas, símbolo inequívoco de la modalidad del alquiler de temporada.
Realmente, el alquiler de temporada no es más rentable que el de larga duración, ya que, aunque las rentas pueden ser un 30% superiores (no afectos a límites), tienen que soportar muchos más gastos (limpieza, reemplazo de enseres, comercialización, wifi, tributación desfavorable...).
El gran beneficio de esta modalidad es el control sobre el estado de la vivienda y la práctica inexistencia de impagos ya que los perfiles de inquilino son muy solventes. Esta modalidad está arrasando en la ciudad de Barcelona por la gran cantidad de estudiantes extranjeros, así como ejecutivos y trabajadores que llevan a cabo proyectos temporales.
En definitiva, los tiempos están cambiando, el alquiler, tal como lo teníamos concebido, está desapareciendo para dar paso a una modalidad de comercialización más exquisita, fruto de la globalización y de la implantación de grandes empresas que emplean perfiles altamente retribuidos.
Lluís Vallès
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