Juan Trias de Bes: “La IA nos permitirá evaluar cómo sientan en las personas los espacios”

En la actualidad, la arquitectura se enfrenta a multitud de retos. Uno de los principales consiste en la necesidad de salir de la zona de confort, para crear espacios cada vez más humanos. Así lo ha explicado Juan Trias de Bes, fundador de TdB Arquitectura, en la nueva edición de Architect @ Work que se está celebrando estos días en Madrid.

Trias de Bes ha afirmado que la inteligencia artificial proporciona herramientas que permiten reinventar los espacios y acercarlos a todos los sectores de la población. Ha adelantado: “Mediante la IA, seremos capaces de evaluar cómo se encuentran las personas dentro de los espacios que diseñamos, algo muy necesario, por ejemplo, a la hora de realizar proyectos dedicados a la salud mental”. Y ha añadido: “Lo que nos debe importar es el humanismo, la proximidad y el encuentro entre personas”.

El arquitecto también ha indicado que “la digitalización permite crear nuevos paradigmas, que nos pueden contribuir a contar con más vivienda asequible, sobre todo para los más jóvenes”. Y ha detallado que su estudio ha desarrollado un software propio conectado a domótica que permite prever gastos en suministros de luz y agua.

Jens Richter ha relatado la participación de Estudio Herreros en dos proyectos para Oslo Fjord City. Uno de ellos es el Museo Munch, de disposición vertical. “Nuestra pretensión era crear un edificio muy compacto, que nos permitiera generar un gran espacio público a su alrededor”, ha descrito Richter.

De hecho, el edificio cuenta con una terraza y un restaurante de acceso libre. “Son públicos para todo el mundo, con los que hemos conseguido llegar a transformar la programación del museo, que es híbrida y se abre a la ciudad, para invitar a participar a personas de diferentes edades y perfiles”, apunta

Jens Richter ha relatado la participación de Estudio Herreros en dos proyectos para Oslo Fjord City

Este despacho también ha trabajado en la primera sauna flotante de Oslo, “que debería ser un espacio accesible para toda la población, sin olvidar a las personas con discapacidad”. Richter ha apuntado que el proceso “empezó con la construcción de una sauna a partir de material reciclado extraído del propio fiordo y ahora está naciendo a su alrededor algo parecido a un nuevo pueblo, que es de visita obligada para los turistas”.

Richter ha señalado que su participación en estos dos concursos para la capital noruega les ha permitido aprender y desarrollarse. “Hemos tenido que abrir nuestra arquitectura hacia fuera. Ha sido muy útil para nosotros tener la oportunidad de discutir el proyecto con la ciudadanía”, argumenta el arquitecto.

Por su lado, Ainhoa Martín y Francisco Peláez (Martín Peláez Estudio) han dado a conocer el llamado coeficiente intangible K, concepto que han tomado prestado de uno de sus clientes y que se fundamenta sobre cuatro parámetros esenciales: el juego, el sentido de pertenencia, las atmósferas y la flexibilidad. Este Factor K es el valor de los espacios interiores que generan en los individuos sensaciones de bienestar emocional y también felicidad.

Martín ha señalado: “El juego debe estar siempre presente, ya que es algo terapéutico”. Esta firma tiene experiencia en ello, ya que diseñó un pabellón polivalente para una fundación, donde se pueden desarrollar diversas actividades lúdicas en paralelo. Y ha explicado: “Incluimos el concepto de juego en el diseño mediante los colores, materiales y las formas”.

“Ha sido muy útil para nosotros discutir el proyecto con la ciudadanía”, señala Richter

El sentimiento de pertenencia es el vínculo emocional entre los usuarios y los espacios que habitan. En palabras de Martín, “los usuarios están condicionados por todo aquello que conocen, como, por ejemplo, un patio manchego. Para recrearlo, usamos barro cocido, vegetación y mobiliario de la zona”.

Peláez ha indicado que las atmósferas construyen el espacio, gracias a los materiales: “Deben sugerir desconexión, como algo terapéutico, lo que resulta esencial en lugares como gimnasios o centros de estética, por ejemplo”.

El arquitecto ha señalado la necesidad de que los espacios cuenten con flexibilidad: “En una sola estancia de la vivienda, se pueden desarrollar diferentes actividades, como cocinar, comer, jugar, trabajar, descansar, etc. Los espacios pueden tener diversos usos y, por ejemplo, un despacho puede ser también un salón”. Y ha concluido que buscan una “superpolivalencia” para dar respuesta a las necesidades del hoy, pero también a las del mañana.