Ismael Clemente (Merlin): “La crisis provocará un rebarajamiento de las cartas en medio de la mano de póker”

“Un rebarajamiento de la baraja a media mano de poker”. Así define la situación actual el consejero delegado de Merlin Properties, Ismael Clemente, que no obstante se muestra “optimista” ante una crisis que “será profunda”.

En el transcurso de un webinar organizado por EjePrime, Clemente señaló “es trampa” volver a barajar las cartas en mitad de una partida, pero es algo que “va a pasar”, advirtió. En este sentido, aquellos jugadores que podían ir ganando hasta el momento, pero que no tenían a punto mecanismos de liquidez, “serán perdedores”, mientras que los que sí tenían los mecanismos de liquidez a pesar de ir perdiendo “puede que emerjan en mejor situación de la que tenían”.

El directivo explicó que el parón “va a provocar una debacle económica” ya que muchas empresas “estaban trabajando en una situación muy optimizada, es decir, con balances que eran un poco de papel de fumar”.

Clemente aseguró que “los contratos se cumplen” y que los impagos “son leyendas urbanas”

Por otro lado, Clemente auguró una “estabilización de las rentas” en los principales mercados de España, a pesar de que no se había alcanzado el pico del ciclo anterior. “En los últimos meses las rentas de cierre en Madrid estaban sobre los 32-33 euros por metro cuadrado, lejos de los 44 euros por metro cuadrado del episodio anterior”, apuntó.

De esta manera, desaparecerá una situación que “es muy raro de ver en el mercado” y que ocurría en los tres mercados en los que opera Merlin (Madrid, Barcelona y Lisboa), donde había un incremento de rentas y de ocupación. En este sentido, el ejecutivo prevé que “el mercado se romperá por la caída de la demanda, no tanto por la subida de la oferta porque nadie va a construir mucho más”.

Clemente apuntó también a la densidad dentro de las oficinas, “algo de lo que no se habla y que va a influir en el reequilibrio del mercado”. El directivo explicó que “puede haber un repunte en el espacio necesario por cada trabajador”, que antes del coronavirus estaba descendiendo por debajo de los nueve metros cuadrados por empleado. “Las medidas de distanciamiento social provocarán una mejor ocupación, pero tendrán incidencia en los precios”, destacó.

“Los contratos se cumplen”

Clemente también auguró que no habrá incumplimiento de contratos a pesar “de las leyendas urbanas que corren” ya que “los contratos se cumplen hasta su vencimiento y el código civil es bastante agradecido con los propietarios en materia de obligaciones”.

El consejero delegado de la socimi recordó que, al igual que las empresas tenedoras van por detrás de las rentas cuando el ciclo va hacia arriba y los precios suben, “cuando el ciclo va para abajo, pasa lo contrario”. “La gente que opina que esto no es así, está imbuida en el espíritu asambleario que tenemos con el que las obligaciones se cumplen o no según interesa”, remachó.

En todo caso, el ejecutivo ve probable que las empresas “se sientan tentadas a aventurarse al flex space” porque los contratos van mes a mes y “puedes quitar costes fijos de una manera indolora”.

Este hecho tendrá un impacto positivo en las cuentas de resultados de las empresas, “ya que estos espacios se venden más caros”, pero será negativo en los balances “porque el gestor prudente debe reducir el apalancamiento ante una mayor volatilidad de los ingresos”.

“El teletrabajo será un caballo de batalla político”

Frente al aumento obligado del teletrabajo a causa del confinamiento provocado por el coronavirus, el directivo aseguró que “va a tener un efecto relativo en las oficinas”, ya que sólo aumentará su incidencia en “empresas con baja productividad y cuyo trabajo es repetitivo”.

“Por experiencia personal –explicó–, a pesar de que en Merlin tenemos muchas posibilidades de teletrabajar, la productividad durante el confinamiento ha bajado; es imposible calcularlo, pero si estamos al 50% o al 60% de nuestra productividad ya es mucho”. “Hay cosas que ahora son un infierno cuando en la oficina es un minuto”, subrayó.

En este sentido, Clemente prevé que el teletrabajo se convierta en un caballo de batalla político o de los sindicatos. “Siempre hay una parte de la sociedad que aprieta para trabajar lo menos posible y el teletrabajo es una excusa perfecta”, opinó.