La construcción industrializada supondrá el 10% de las edificaciones llevadas a cabo en 2030
La digitalización y la industrialización de procesos están impulsando una profunda transformación en el sector de la construcción, que se centra en ofrecer soluciones eficientes y sostenibles para responder a sus principales desafíos.
7 nov 2024 - 07:00
El sector de la construcción ha sido, durante décadas, un motor clave para el desarrollo económico y social de cualquier país, pero también uno de los más conservadores en términos de innovación. La mayoría de procesos constructivos han estado condicionados por largos plazos de ejecución, elevados costes y un considerable impacto ambiental.
La construcción, no obstante, atraviesa un momento de transformación estructural, impulsada por la necesidad de mejorar la eficiencia, reducir el impacto ambiental y responder a los complejos desafíos que afronta. El cambio no se reduce a una simple actualización de herramientas, sino que constituye una revolución que afecta a toda la cadena de valor, desde la planificación inicial de proyectos hasta la entrega final.
Según las estadísticas sobre actividades de I+D del Instituto Nacional de Estadística, el sector de la construcción destinó 107.294 millones de euros a este fin, concentrando el 1% del gasto total en I+D a nivel nacional. Según la encuesta, el número de empresas con gasto en innovación en 2022, último año con datos disponibles, es un 28% mayor que en 2020.
La adopción de tecnologías avanzadas como el Building Information Modeling (BIM), junto con la creciente industrialización de procesos, permiten la ejecución de proyectos con una precisión y eficiencia sin precedentes. Lo que antaño podía llevar años y generaba inconvenientes en las obras, hoy puede completarse en meses, con un exhaustivo control de los recursos y una notable reducción de errores.
El alza de la demanda de vivienda asequible, la urgencia por reducir el impacto ambiental y los avances tecnológicos han propiciado una evolución hacia un modelo más ágil y colaborativo. En este aspecto, compañías como Bilba Constructora integran la innovación y la apuesta por la tecnología y la industrialización en el corazón de su estrategia.
Industrialización como motor de cambio
Un aspecto de importancia crucial para la transformación del sector es su industrialización, una tendencia que permite reducir los tiempos de construcción y garantizar una mayor precisión en la ejecución de proyectos. A su vez, y en colaboración con el sector publico, este enfoque permite abordar la escasez de oferta de vivienda desde una manera más eficiente y sostenible.
La industrialización del sector, además de transformar profundamente los procesos de construcción, rompe con la visión tradicional que los relaciona con procesos lentos, costosos y contaminantes. Este nuevo enfoque industrial, combinado con el uso de metodologías BIM, permite ajustar el uso de materiales, planificar la logística con antelación y, con todo ello, evitar ineficiencias.
Bilba Constructora ya desarrolla el 85% de sus proyectos bajo la metodología BIM
El uso de tecnologías BIM facilita la planificación y ejecución de proyectos y permite prever posibles problemas antes de que se materialicen, jugando a favor de la coordinación de todos los actores involucrados en el proceso. En Bilba, los proyectos desarrollados bajo esta metodología ya suponen más del 85% del total.
Un reciente informe de DoubleTrade, además, vaticina que el 10% de las edificaciones de 2030 en España se construyan bajo este modelo industrializado, hecho que, según Stornghold Asset Management reducirá entre un 50% y un 70% los tiempos de ejecución de obra y minimizará el consumo de agua, energía y recursos.
Eficiencia, sostenibilidad e impacto social
A medida que la tecnología y la industrialización transforman un sector como el de la construcción, el cambio se vislumbra en forma de un impacto positivo en la sociedad. En un contexto nacional de crisis de oferta de vivienda, con precios elevados y crecientes dificultades de acceso, la industrialización de procesos constructivos se posiciona como una solución clave para cerrar esta brecha, abriendo la puerta a construir más rápido y a menor coste.
Proyectos como Sierra de Castril, en Sevilla, donde Bilba Constructora trabaja junto a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (Emvivesa) para la ejecución de 58 viviendas protegidas y un edificio de usos compartidos, evidencian cómo este enfoque puede generar un impacto positivo en la sociedad. En este caso, la industrialización y la colaboración público-privada permite ofrecer viviendas más asequibles sin comprometer la calidad, reduciendo costes y riesgos para promotores y usuarios.
El impacto de la construcción industrializada y digitalizada se extiende también al ámbito de la sostenibilidad. El sector, que históricamente ha sido uno de los más contaminantes por su gran cantidad de residuos y el uso intensivo de recursos naturales, tiene la oportunidad de evitar repetir patrones antiguos, ineficientes y costosos cambiando su enfoque y virando hacia un modelo más productivo y sostenible como el de la constructora Bilba. Hoy, más del 65,5% de las viviendas que están construyendo cuentan con al menos una certificación de construcción sostenible, como BREEAM o WELL.
Este viraje hacia una construcción más sostenible y asequible promueve un desarrollo urbano más inclusivo. Además, la construcción industrializada crea nuevos empleos y fomenta la capacitación en áreas tecnológicas, asegurando el relevo generacional, facilitando la incorporación de la mujer al mercado laboral del sector, contribuyendo a su evolución y, una vez más, dejando una huella positiva en la sociedad.