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Innovación, experiencia y economía compartida: las ciudades marcan el paso al ‘real estate’

La economía de innovación, a través de los espacios de oficinas flexibles; la experiencia en los centros comerciales; la economía compartida en los coworkings y colivings, y la economía circular y la apuesta por la sostenibilidad definen el sector inmobiliario en la actualidad.

Marta Casado Pla

27 sep 2019 - 04:55

Innovación, experiencia y economía compartida: las ciudades marcan el paso al ‘real estate’

 

 

La preocupación por la geopolítica, la evolución demográfica o el impacto medioambiental ponen a las ciudades en el punto de mira. Los nuevos hábitos de consumo han generado, a su vez, un cambio en el modelo económico que rige las ciudades, poniendo énfasis en valores intangibles como la innovación o la experiencia, según el estudio Demand and Disruption in Global Cities, elaborado por la consultora estadounidense JLL.

 

La creciente importancia de la economía de la innovación tiene en cuenta indicadores como la eficiencia del transporte o la calidad de la arquitectura y sus materiales. Al mismo tiempo, la percepción de un ciclo largo ha puesto en valor las ciudades que ofrecen mejores perspectivas de crecimiento en los próximos años.

 

Otra de las principales tendencias de las grandes ciudades es el uso del big data para medir la satisfacción de los ciudadanos y ofrecer información a los inversores. El sector inmobiliario está sumándose a este salto tecnológico con la aparición de las proptech, con el potencial para modificar el ecosistema digital de las ciudades y crear grandes bases de datos. Badi, Housy o Spotahome son algunas de las start ups que han revolucionado el sector inmobiliario en España.

 

 

 

 

Estos cambios en la forma de evaluar a las ciudades han dado lugar a nuevos modelos económicos, con implicaciones para el real estateEconomía de la innovación, experiencia, economía compartida y economía circular han cambiado el escenario inmobiliario. “Nuestros datos muestran una fuerte correlación positiva entre la competitividad de las ciudades y su atractivo para la inversión inmobiliaria”, sostiene el informe.

 

La economía de la innovación conlleva una mayor demanda de flexibilidad, con un creciente uso de espacios de oficinas flexibles y de alquileres a corto plazo. La apuesta por este tipo de activos optimiza el uso del espacio, renueva la concepción del distrito como una zona de colaboración e innovación y contribuye a retener talento.

 

La apuesta por la experiencia, por su parte, fomenta la concentración de actividades en un único espacio. Es el caso de los centros comerciales, que apuestan por los locales de ocio como fórmulas para atraer nuevos clientes. “Un espacio con mayor restauración aporta tráfico al centro, haciéndolo atractivo y esto repercute en el mejor funcionamiento del centro”, asegura el presidente de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales, Eduardo Ceballos, en una entrevista a EjePrime.

 

 

 

 

La economía compartida promueve el surgimiento de nuevos patrones de trabajo y formas de vida. Los coworkings y colivings son ya una realidad en el sector, caracterizados por ser fácilmente reconfigurables para inquilinos de rápido movimiento e incrementando los retornos a los inversores.

 

Por último, la economía circular impulsa la sostenibilidad del edificio, el ahorro de la energía y una mejor gestión del agua y los residuos. En las ciudades, esto se traduce en una mayor densidad, a través de la regeneración urbana y una mayor usabilidad de los activos. “Se trata de aprovechar espacios degradados en el entorno urbano que puedan densificarse y dar calidad a nuevos usos”, aseguró David Martínez, consejero delegado de Aedas Homes, a EjePrime.

 

“Los inversores no sólo deben prestar atención a los fundamentos económicos, sino también a la calidad, innovación y sostenibilidad de las ciudades, agregando capas de complejidad a sus decisiones de inversión”, concluye el informe.