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Grenoble, la capital verde europea de 2022, ante el riesgo de dejar de ser asequible

La llamada capital de los Alpes ostenta este año el título otorgado por la Comisión Europea tras apostar por los ecobarrios, un transporte público de calidad y los espacios verdes. Para el próximo año, la comisión ha elegido Tallín como ciudad verde.

M. Tamayo

14 ene 2022 - 04:56

Grenoble, la capital verde europea de 2022, ante el riesgo de dejar de ser asequible

 

 

La capital de los Alpes, la más verde de Europa. A partir de mañana, Grenoble ya puede ostentar su título de ciudad más sostenible del viejo continente, un título anual que otorga la Comisión Europea a ciudades más de 100.000 habitantes.

 

En este caso, el órgano liderado por Ursula Von der Leyen ha valorado como la ciudad ha hecho de la necesidad virtud y convertido su alta densidad de población, la tercera ciudad de Francia con el índice más alto más allá de la región de París, en su activo principal. Con 8.861 habitantes por kilómetro cuadrado y una orografía entre montañas que limita su crecimiento, la ciudad ha tenido que optar por la regeneración y rehabilitación urbana y la transformación de zonas en desuso en ecobarrios.

 

Además, la ciudad tiene fama de contar con apartamentos de precio asequible y estable y tras la primavera de 2020, cuando se produjo un encarecimiento generalizado en el país, la ciudad se mantuvo en sus marcas. En 2021, de enero a junio los precios se mantuvieron estables con una ligera subida del 1,7%, pero a partir de septiembre se subieron a la tónica general e iniciaron y los precios empezaron a subir. El año cerró con un aumento del 7,5% en los precios de las viviendas de la ciudad, un incremento que se prevé que se sostenga durante los primeros meses de 2022. Actualmente, el precio por metro cuadrado en Grenoble es de 2.887 euros.

 

La comisión apunta que Grenoble es un importante centro de investigación, tecnología e innovación con una alta proporción de proyectos de Investigación y Desarrollo (I+D) y uso de energías renovables. Uno de los puntos fuertes de la ciudad que le han valido el título es su apuesta por las zonas verdes. La ciudad ha estado abriendo, regenerando y construyendo activamente nuevos parques durante los últimos quince años y el ecobarrio de Flaubert is un ejemplo a escala internacional.

 

 

Grenoble fue pionera en presentar un plan climático, de hecho, fue la primera ciudad francesa en hacerlo con la presentación de su hoja de ruta en 2005. Por el momento, ha reducido sus emisiones respecto a hace quince años un 25%, y prevé que los gases de efecto invernadero se recorten aún más en la ciudad, un 50% para 2030.

 

Además, la ciudad ha creado un documento de compromiso que busca captar a todos los actores locales y ha formado un observatorio para asesorar y controlar el uso de la energía, la producción de energía renovable y la emisión de gases de efecto invernadero. Para 2030, Grenoble prevé reducir el uso de energía un 40% y hasta un 50% en 2050.

 

Desde 2010, el título de ciudad verde europea ha sido otorgado a ciudades comprometidas con la transición climática que han sido pioneras en algún aspecto para ser más sostenibles. La primera ciudad en obtenerlo fue Estocolmo en 2010, y desde entonces sólo una ciudad española lo ha ostentado: Vitoria en 2012.

 

Para 2023, la Comisión Europea ya ha elegido a Tallín como la capital verde de Europa. La capital de Estonia cuenta con uno de los mayores puertos del Báltico, pero el comercio de mercancías ya no es su principal actividad, sino que ha abrazado la tecnología hasta ganarse el sobrenombre de Silicon Valley europeo.

 

 

Tallín se ha sumado al objetivo de hacer barrios de quince minutos y desde 2013 ofrece transporte público gratuito.

 

Según el Jurado de la Capital Verde Europea, Tallín ha mostrado un enfoque sistémico en su transición hacia la sostenibilidad con objetivos estratégicos interrelacionados para 2035, vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Además, la ciudad es la única de las ciudades finalistas que ha firmado el Green City Accord, un pacto entre alcaldes impulsado por la propia Comisión Europea que busca acelerar las políticas pactadas por la Unión Europea (UE). Al firmar el acuerdo, las ciudades se comprometen a abordar cinco áreas de gestión ambiental: aire, agua, naturaleza y biodiversidad, economía circular y residuos, y ruido.

 

Ahora, la Comisión busca ya la ciudad que será la capital verde del continente en 2024. Además, también se convocan los premios European Green Leaf para municipios con entre 20.000 habitantes y 99.000 habitantes.