Dublín y el crecimiento compacto: los problemas de la ciudad europea de los 15 minutos

La capital irlandesa, con un trazado complicado que bebe de la aldea vikinga, ha dado los primeros pasos para reorganizar su trazado. La primera herramienta que ha usado el consistorio es la limitación del tráfico rodado en el centro de la ciudad. Con el vaciado de vehículos de las principales calles de la ciudad, el Ayuntamiento busca formar grandes avenidas peatonales por las que pasear y se recortará el tráfico un 60% para llegar al concepto que persigue desde la pandemia: la ciudad de los quince minutos.

El compromiso de la ciudad con el esquema liderado por el urbanista Carlos Moreno es tal, que el consistorio la ciudad ha rechazado la construcción de una residencia de estudiantes tras concluir que “falla en alinearse con el principio de la ciudad de los quince minutos”. El proyecto de la compañía Malclose consta de un bloque de quince plantas y otro de once plantas y se compone de 871 habitaciones estándar, 47 habitaciones estudio y 23 estudios.

Desde la ciudad apuntaban que la creación de este gran complejo para estudiantes iba a suavizar la crisis de la vivienda, ofreciendo alojamiento a estudiantes y sacándolos del circuito de alquiler tradicional, pero el consistorio de la capital irlandesa no convergía con la idea.

“La propuesta se considera excesivamente invasora e incongruente con el paisaje urbano y tendría un impacto negativo en el potencial de desarrollo de las propiedades colindantes situadas al este de la ciudad”, añadía el comunicado donde se denegaba los permisos a la empresa. Además, la residencia no ofrecía servicios en sus áreas colindantes y aislaba la zona, convirtiéndolo en la antítesis del horizonte que se ha fijado la capital, la ciudad de los quince minutos.

El precio del alquiler en Dublín ha subido un 60% desde 2015

Como gran parte de las capitales europeas, Dublín atraviesa su propia crisis residencial, con un precio medio de alquiler de 2.102 euros al mes, lo que supone un incremento del 60% desde 2015, frente al 13% de incremento que anotó la media de la zona euro. La subida se ha propiciado a pesar del tope del 2% aprobado a los alquileres desde diciembre de 2021. Desde el ayuntamiento, señalan que necesitarán 40.000 viviendas nuevas entre 2022 y 2028 y asegura que hay suficiente suelo para alojar a 50.000 unidades residenciales.

Además de limitar el tráfico y mirar con lupa las nuevas promociones, el cambio en el modelo de ciudad por el que aboga el consistorio cuenta con una gran inversión: crear la primera línea de metro. La ciudad lleva quince años dándole vueltas a un proyecto que quiere conectar el aeropuerto con la ciudad y llevarse tráfico rodado de las calles, una apuesta que se finalmente se ha presupuestado en 9,5 millones de euros y no se espera que este operativa hasta mediados de la década de 2030.

A pesar de las distintas inactivas por pacificar las calles, desde el ayuntamiento calculan que la cuota modal total de los automóviles en el área metropolitana será del 42% en 2043. Una rebaja frente al 52,4% que copaba en 2016, pero por debajo de otras capitales europeas como Londres o Bruselas.

Objetivo 2028

Tras la pandemia, Dublín se subió a la ola de la reforma urbana y cuenta con su propio plan estructural de desarrollo urbanístico que se empezó a ejecutar en 2022 y finalizará en 2008. El objetivo final es posicionarse como ciudad sostenible y resiliente a la crisis climática a la vez que vital y con un amplio abanico de usos mixtos.

“La visión es la de una capital en la que la genta puede elegir vivir, trabajar, experimentar la vida en la ciudad, invertir y socializar”, reza el plan de desarrollo, en el que se subraya que se basa en el principio de “la ciudad de quince minutos”. Para ello, el crecimiento de la ciudad ha de ser “compacto”.