Adam Neumann retira su oferta de hasta 552 millones de euros para recomprar WeWork
El fundador de la compañía neoyorkina de espacios de trabajo flexibles ha retirado su oferta por la empresa declarada en bancarrota el pasado mes de noviembre, y en manos ya de Yardi System.
29 may 2024 - 09:37
Adam Neumann, cofundador y exconsejero delegado de WeWork, ha abandonado este martes su plan para volver a hacerse con la plataforma de alquiler de oficinas y espacios de coworking declarada en bancarrota el pasado mes de noviembre.
“Durante varios meses, intentamos trabajar de forma constructiva con WeWork para crear una estrategia que le permitiera prosperar. En lugar de eso, la empresa parece estar saliendo de la quiebra con un plan que parece poco realista y con pocas probabilidades de éxito”, ha indicado Neumann a la sección económica del New York Times en declaraciones recogidas por Europa Press.
A finales de marzo, el empresario había remitido una oferta condicionada de compra de entre 500 y 600 millones de dólares (459,9 y 551,9 millones de euros) a través de su nueva firma inmobiliaria Flow Global en “coalición con media docena de socios financieros”. No obstante, Neumann ha confirmado esta mañana que Flow ha retirado dicha propuesta. Finalmente, la compañía ha optado por una oferta de Yardi System.
Adam Neumann cofundó WeWork junto a Miguel McKelvey en 2010
Neumann cofundó WeWork junto a Miguel McKelvey en 2010, si bien la abandonó en 2019 tras el fiasco inicial de su salida a bolsa y por las críticas al funcionamiento interno durante su mandato.
Finalmente, la empresa se declaró en suspensión de pagos al solicitar la protección del Capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos con una deuda de 18.656 millones de dólares (17.161 millones de euros) y unos activos de 15.063 millones de dólares (13.856 millones de euros).
WeWork, una vez valorada en 48.000 millones de dólares, se declaró en bancarrota el pasado noviembre por no poder hacer frente a una deuda de 18.600 millones de dólares. La compañía ya explicó entonces que la bancarrota facilitará el fin de determinados contratos de arrendamientos, mientras trata de mantener la continuidad de su negocio. WeWork aseguró en el comunicado que “se espera que las operaciones globales continúen como de costumbre”.