Francisco Aranda (UNO): “Tenemos que pasar a una fase en que la logística se vea como algo estructural e intermodal”
El presidente de la patronal destaca el empuje de la demanda y reclama a las administraciones mayor agilidad en los procedimientos. Además, pone le foco en la falta de suelo disponible.
29 may 2023 - 04:52
Después del ‘boom’: la logística encara una nueva fase tras batir todos los récords
El sector logístico encara una nueva fase después del empujón que supuso el ecommerce en la pandemia. Con una demanda fuerte y diversificada, el segmento sigue elevando la oferta en un entorno macroeconómico más hostil y poco margen en las rentas. La intermodalidad y la tecnología prometen ser los drivers necesarios para seguir escalando los números récord.
Francisco Aranda es el presidente de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), por lo que tiene una visión global del sector e identifica que después del boom de la pandemia, ahora el logístico encara una nueva fase con una demanda sólida como principal as en la mano.
Aranda reclama más agilidad a la administración, aunque reconoce que en los últimos ejercicios la logística ha entrado en su radar y confía que se vayan solucionando los problemas relacionados con los permisos y la falta de suelo. Además, pone el foco en la gestión de datos como driver troncal del sector y reivindica el papel tractor de la logística en la industria 4.0.
Pregunta: ¿Cómo ha afectado al sector logístico el cambio de ciclo inmobiliario?
Respuesta: Básicamente nos han subido costes, pero las empresas han tenido que seguir invirtiendo para hacer frente a la potentísima demanda, ya que seguimos alcanzando contrataciones récord. Una primera diferencia respecto a ejercicios anteriores es que el ecommerce ha cedido el primer lugar de la contratación a los operadores logísticos 3PL. El comercio electrónico está alquilando menos porque venimos de una etapa de récord de este segmento; ahora la demanda se está asentando, aunque sigue creciendo. En paralelo, el retail minorista también se está posicionando como actor fundamental en la demanda. Se están incorporado nuevas empresas y de las que ya han ido haciendo una apuesta por su estructura logística en los últimos años subrayaría las del sector de alimentación, que están haciendo más eficiente su cadena de suministro. Además, se están volviendo a poner en marcha grandes hubs logísticos, con motivo de fusiones de empresas que necesitan ganar eficiencia y concentrar la actividad en naves más grandes. En contratación, aunque Madrid y Cataluña bajan un poco la absorción, las zonas periféricas siguen empujando a base de récord, con
especial protagonismo del arco mediterráneo está creciendo.
P.: ¿Aún tiene sentido identificar a Valencia, Zaragoza, Sevilla o Bilbao como mercados secundarios?
R.: No, están creciendo muchísimo y aún tienen un largo recorrido por delante. Eso sí, este futuro brillante dependerá de la apuesta que se haga por mejorar las infraestructuras de esas zonas, en las que la intermodalidad es la gran asignatura pendiente. Tenemos una red de puertos espectacular, que con una estructura eficiente basada en la intermodalidad aún podrían crecer mucho más. Respecto Zaragoza, Madrid o Castilla-La Mancha, su posición geográfica los hace mercados muy interesantes, con grandes puertos secos, con lo que una red ferroviaria acorde con su potencial les beneficiaría de una forma espectacular. Por lo tanto, ahora es el momento en el que tenemos que pasar a una fase en que la logística se vea como algo estructural e intermodal.
P.: ¿La compresión de yields está afectando la inversión?
R.: Es una etapa que tenemos que superar, ya que el impulso de la demanda provoca que la inversión no pueda parar. También es verdad que, relativo a la esfera macroeconómica, venimos de una etapa que ha sido un espejismo: que haya tipos de interés es lo normal, aunque sí que es cierto que el hecho de saber hasta donde se elevan estos tipos da una mayor estabilidad y confianza al agente inversor. De este cambio macroeconómico, lo que me está preocupando es lo que ha sucedido en Barajas, un macroproyecto que está encallado. Me consta que tanto Merlin como Aena están haciendo grandes esfuerzos para adaptarse a las exigencias normativas y confío en que se termine por sacar adelante, ya que el sector logístico español se está jugando mucho con el macrodesarrollo de Barajas, el más grande de Europa. Debería ser una prioridad.
“El sector logístico español se está jugando mucho con el macrodesarrollo de Barajas; debería ser una prioridad”
Pregunta: ¿Hay margen para subir rentas?
R.: Es complicado, porque son márgenes muy ajustados y la competencia es alta. La logística es un sector que requiere una gestión de cirujano, en el que hay que calcular muy bien todos los parámetros. Además, las compañías están trabajando en la nueva etapa y seguir ocupar cuota de mercado, por lo que el foco está en los desarrollos. Y en este aspecto aparece un problema muy grave: la falta suelo. Sigue habiendo mucha lentitud en planteamientos urbanísticos, necesitamos mucha más agilidad para no penalizar los calendarios de entrega, un aspecto que afecta a los ingresos. Los retailers son muy rápidos a la hora de buscar naves y las inmologisticas también son muy ágiles para encontrárselas, pero hay un freno muy importante en procedimientos relacionados. Otra gran necesidad del sector es la mejora de los polígonos industriales. Actualmente, los operadores buscan amplias playas de maniobras, oficinas modernas y activos con altos estándares en eficiencia energética. Estas exigencias también deberían repercutirse fuera de las naves; hay polígonos industriales que no cumplen con los mínimos o lo hacen muy precariamente, con lo que deberíamos olvidarnos de estas zonas e impulsar nuevos polígonos que sean mucho más civiles, amables y verdes. Además, se necesita que estas nuevas áreas cuenten con infraestructuras básicas relacionadas con el trabajador: bares, restaurantes, gimnasios, centros de ocio y buena conexión de transporte público, entre otras.
P.: Respecto la falta de suelo, ¿qué considera más prioritario, que se liberen grandes pastillas o se apueste por el cambio de uso de terrenos actualmente dedicados a otras actividades?
R.: El sector está cambiando tan rápidamente que se necesita tan suelo como sea necesario, por lo que ambas opciones tienen que ser prioritarias. El sector está apostando cada vez más por los grandes desarrollos. En Valencia, el tamaño medio de las operaciones ya se sitúa en los 7.000 metros cuadrados, mientras que en Cataluña se observa un gran dinamismo en naves de alrededor de 10.000 metros cuadrados. Necesitamos flexibilidad, solucionar un problema crónico. Estamos entrando en un nuevo ciclo, por lo que como país tenemos que ser rápidos para captar oportunidades. Si no lo hacemos, nuestros competidores aprovecharán esta circunstancia. Como ejemplo, Portugal está registrando cifras de contratación un 90% por encima en comparativa interanual. La agilidad debe ser una prioridad. Hmeos demostrado que somos un sector que genera mucho empleo y de calidad, el 87% de las contrataciones en el último ejercicio fueron indefinidas, y demandamos cada vez más distintos perfiles tecnológicos, con lo que los salarios son más importantes. En 2022 fuimos el tercer sector de la economía española con mayor contratación de nuevos empleados.
P.: Estamos en pleno ciclo electoral. ¿Cree que las administraciones han otorgado a la logística la importancia que merece como gran sector de la economía española?
R.: Durante la última legislatura ha habido un cambio de percepción muy positivo sobre el sector logístico por parte de las administraciones, eso está claro. En una primera fase, sobre todo durante la pandemia, se dieron cuenta que existimos y una vez superada la emergencia sanitaria han detectado que somos un sector que actúa como tractor de inversiones, por lo que generamos mucho empleo y, además, aún tenemos un gran margen de crecimiento por delante. Esto ha determinado que hayamos entrado en las agendas de las administraciones, tanto a una escala nacional como autonómica. Ahora lo que tenemos que hacer es concretar, sentarnos con las administraciones y exponerles nuestras necesidades, tanto en gestión de suelo como en infraestructuras, para que podamos seguir impulsando nuestra actividad y situar a España como un hub logístico de referencia internacional.
“Durante la última legislatura ha habido un cambio de percepción muy positivo sobre el sector logístico por parte de las administraciones”
P.: Hay dudas sobre si los centros de datos deben ser considerados como sector logístico…
P.: Son centros logísticos, pero en vez de almacenar paquetes, almacenan datos. De hecho, el sector logístico en general está enfocándose muchísimo en la gestión de datos, lo que permite optimizar al máximo toda la operativa y reducir al máximo los costes. Esto se observa por el perfil laboral que más está creciendo dentro del sector: trabajadores expertos en la gestión de big data; de hecho, somos el tercer sector económico donde más se usa el big data. Por otro lado, es cierto que los centros de datos y los desarrollos logísticos competirán cada vez más por el suelo disponible, por eso es tan importante lograr mayor agilidad en la gestión del suelo. Los complejos logísticos y los centros de datos son la base de la industria del futuro, que incorpora un gran componente tecnológico, una mayor eficiencia en los procesos, una apuesta irrenunciable por la sostenibilidad y un generador de perfiles laborales cada vez más especializados.
P.: ¿Como se está vertebrando la logística urbana?
R.: La realidad es que aún no sabemos hacia dónde va, en el sentido que nos encontramos en pleno resurgimiento del sector a raíz de la pandemia y se sigue buscando opciones para satisfacer una demanda que crece a pasos agigantados. Se está trabajando en diversos proyectos y modelos de negocio, pero estos deben estar adaptados a las ciudades, e incluso a las distintas zonas en las que se dividen. En este sentido, la gestión de los datos va a ser clave, con suficiente información se podrá prever el comportamiento del cliente, segmentándolo por zonas, y en base a ello se podrá generar una infraestructura que se adapte específicamente a la demanda de esta. Ahora bien, también necesitamos flexibilidad por parte de la administración para poder implementar satisfactoriamente estos proyectos.
P.: Por último, ¿qué tipo de naves se están construyendo y qué especificidades incorpora?
R.: El sector ha hecho una apuesta por contruir naves inspiradas en cierto modo en el segmento del hospitality. Es decir, a parte de contar con altura libre suficiente, amplias playas de maniobra, facilidad en la carga y descarga y otros aspectos relacionados con la operativa, también se ha incidido en sumar cada vez más comodities, como aumentar la luz natural y los servicios, con el foco en el bienestar del empleado. Esta filosofía persigue que el trabajador se sienta mucho más cómodo mientras trabaja, agregando cantinas, espacios de descanso y socialización, etc. Las naves se están convirtiendo en centros de distribución inteligentes, que recoge una serie de necesidades que se están llevando ya a cabo. Lo que queremos es que esto no termine cuando el trabajador sale por la puerta de la nave, por lo que insisto en que hay que apostar por una mejora de todo el recinto de los polígonos industriales, con el foco en la sostenibilidad y la eficiencia energética, y reciclar esas áreas que no cumplan con las exigencias que ya se están implementando en los nuevos productos que se incorporan al mercado.