Enso Coliving abre una ronda de 450.000 euros para llevar su modelo a toda España
La empresa de coliving trabaja para sumar 450 habitaciones a finales del año que viene en Barcelona, Madrid, Valencia y Bilbao. Busca apartamentos céntricos, de un mínimo de 150 metros cuadrados, para desarrollar su modelo.
19 ene 2021 - 04:59
Enso Coliving abre una ronda de financiación de 450.000 euros para llevar su modelo de vivienda compartida a diferentes plazas del mercado español. La empresa, fundada en 2019, sumará el próximo mes 50 habitaciones de uso individual en Barcelona y Madrid, aunque con los recursos de la ronda espera llegar a 450 a finales del año que viene y añadir plazas como Valencia y Bilbao. “Entonces será el momento de plantearnos nuestro salto internacional”, explica Michael Erd, fundador y director general de la empresa, a EjePrime.
Esta compañía es el proyecto profesional de cuatro jóvenes (junto a Erd están Clara Sterling, Andrés Sullivan y José Miguel Lacalle) que experimentaron las dificultades que supone acceder y compartir una vivienda en las grandes ciudades. “Nuestro público objetivo son jóvenes de hasta 35 años que planean estar alrededor de dos años en una ciudad y, por esta razón, necesitan un modelo muy flexible para encontrarse cómodos”, señala Clara Sterling.
La empresa busca viviendas céntricas y grandes, a partir de 150 metros cuadrados, con entre cuatro y seis habitaciones. Los precios van desde los 450 euros hasta los 1.200 euros por habitación, siempre de uso individual, aunque la media es de 680 euros en las estancias que está alquilando en Barcelona y Madrid.
El modelo que desarrolla Enso Coliving pasa por el alquiler de la vivienda o la cesión por parte de un propietario, que pasa a cobrar entonces una comisión por cada habitación arrendada y asume entonces un mayor riesgo. La rentabilidad del coliving para un propietario de una vivienda se sitúa entre el 7% y el 10%.
La empresa se ocupa de la reforma de la residencia y la preparación para acoger un coliving, además de realizar una gestión activa de los huéspedes que allí residan de manera que la convivencia sea la adecuada. “Debe ser gente que está en la misma onda porque si no, no funciona; la media de ocupación de las habitaciones es de nueve meses”, afirma Sterling.
La empresa alquila la vivienda o la obtiene por cesión de un propietario, que pasa a cobrar una comisión por cada habitación arrendada
El modelo se completa con un espacio de coplay, donde ofrece servicios comunes para toda la comunidad de Enso Coliving. “Ahora mismo estamos buscando ese local en el Eixample de Barcelona, donde tenemos una masa de habitaciones mayor, y allí nuestra comunidad encontrará espacios para reunirse, trabajar, organizar actividades, sudar en el gym…”, señala Erd, que apuesta por abrirlo a personas ajenas a la comunidad.
“Los usuarios son principalmente gente joven, pero tenemos perfiles de todo tipo y estamos viendo que cada vez más personas se están apuntando al coliving”, apunta Sterling.
A pesar de proyectos como este, España se situaba a finales del año pasado a la cola de Europa en número de habitaciones de coliving. Un obstáculo para su crecimiento es que los jóvenes profesionales de alto nivel económico, un target directo del segmento, representan sólo un 15% de la población joven. El precio mensual del coliving para sus usuarios en Madrid es de unos mil euros al mes, la segunda ciudad más cara del continente, sólo por detrás de Londres.
Madrid contaba con 410 camas operativas, según un estudio hecho público por Cbre el pasado octubre. La consultora prevé que esta cifra se eleve hasta las 4.000 camas a finales de este año en toda España.
La Generalitat de Cataluña fue la primera administración que reguló el coliving a finales del año pasado. La normativa exige que los pisos tengan un mínimo de 24 metros cuadrados que incluyan salón, cocina, baño y una habitación. Además, deberán tener acceso a una o varias zonas comunes que permitan alcanzar los 36 metros cuadrados que se exigen como mínimo de habitabilidad. Estos espacios pueden ser una zona de trabajo o para lavar la ropa, entre otros, y dependerán de cada promotor.