Residencias de estudiantes y hoteles empujan las transacciones en mayo

Las transacciones inmobiliarias se moderan en mayo. Después de un abril de récord por la compra de una cartera de 693 sucursales por parte de Bbva a Merlin Properties por 1.987 millones de euros, el quinto mes del año ha registrado un volumen mínimo transaccionado de 1.056 millones de euros.

El análisis recoge las grandes transacciones de oficinas, logística-industrial, retail, hoteles, vivienda en alquiler, multifamily, así como otros activos alternativos. El registro de mayo se ha situado un 59,7% por debajo respecto el mes anterior y un 34,3% menos comparado con la media de lo que va de año, que alcanza 1.606 millones de euros.

En los cinco primeros meses del año, las compraventas inmobiliarias se elevaron a 8.034 millones de euros, una cifra de récord. En el conjunto de 2021 el volumen total de transacciones se situó en 12.000 millones de euros, según los datos de las principales consultoras de real estate.

De hecho, las propias estimaciones del sector apuntaban a un mantenimiento del volumen de adquisiciones o, en todo caso, un alza moderada de alrededor del 10%. No obstante, las cifras logradas el pasado ejercicio pueden quedar pulverizadas. De mantenerse el ritmo actual, la proyección a cierre de año se sitúa en 19.280 millones de euros, lo que supondría un récord histórico para el sector.

Las transacciones de mayo han venido impulsadas por la inversión en los segmentos de residencias de estudiantes (Pbsa, por sus siglas en inglés) y del mercado hotelero mientras que en abril el protagonismo fue para oficinas y residencial.

La compra por 160 millones de euros del fondo británico Vita de un proyecto llave en mano de Metrovacesa de dos residencias de estudiantes y un apartahotel en Madrid y la adquisición por parte de Patrizia de dos residencias de estudiantes en Barcelona a The Student Hotel por cerca de 110 millones de euros han situado la inversión en Pbsa en 270 millones de euros, un 25,6% del total.

El segmento hotelero ha sido el segundo sector que ha concentrado un mayor volumen transaccionado, hasta el 24,4% del total. La compra por parte de Brookfield del hotel Princesa de Madrid por 175 millones de euros y la adquisición de hotel Florida Norte en Madrid por Round Hill por 80 millones de euros ha impulsado al segmento hasta los 257,5 millones de euros, sumando la compra de dos hostels por parte de Room 007 por 2,5 millones de euros.

Aunque la mayor compra del mes no pertenece a estos dos verticales.  A principios de mayo, el fondo inmobiliario israelí compró nueve hipermercados operados por Carrefour al gestor francés Amundi por alrededor de 180 millones de euros, cinco activos están ubicados en España y cuatro en Italia. En el mercado nacional, los hipermercados se encuentran en San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares, Santander, Ávila y en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria.

En los otros segmentos ha destacado la compra de cinco edificios residenciales de Avalon en Madrid por 60 millones de euros. La socimi del grupo estadounidense Ares sumará 300 viviendas para alquiler a su cartera madrileña.

La inversión en build-to-rent también se ha visto espoleada por la operación de la promotora AQ Acentor y Catella AM, que a principios de mes cerraron la compraventa del complejo residencial Alfambra en AQ Turianova por 66 millones de euros. La promoción está compuesta por dos edificios y suma 281 unidades en alquiler de uno a cuatro dormitorios y cuentan con Licencia de Primera Ocupación (LPO).

En oficinas, las operaciones más destacadas han sido la compra de Union Investment de un inmueble a UBS en el distrito barcelonés del 22@ por 60 millones de euros y la venta de Trajano a un family office vasco de un edificio de oficinas en Bilbao por 42 millones de euros. El edificio de uso mixto traspasado está localizado en el número 4 de la calle Alameda de Urquijo y cuenta con una ocupación del 100%.

La inversión en activos inmobiliarios en esta primera parte del año se está viendo favorecida por dos factores. Por un lado, unos tipos de interés que, aunque amenazan con elevarse, se mantienen muy bajos y, por otra, una elevada inflación que lleva a los inversores a refugiarse en activos de real estate que, teóricamente, son defensivos ante esa amenaza.