America’s Cup: un plan urbanístico para transformar el Port de Barcelona
Se espera que la celebración de la edición número 37 del torneo más antiguo del planeta impulse la remodelación de varias zonas de la costa de la capital catalana, como el Moll dels Pescadors o la culminación de la Nova Bocana.
2 jul 2024 - 05:00
La America’s Cup traza las líneas del nuevo puerto de Barcelona. En menos de dos meses arranca la edición número 37 del torneo más antiguo del planeta. Este no sólo convertirá Barcelona en sede de la vela mundial, sino que servirá como motor transformador del Port Olímpic de la capital catalana. Se estima que la inversión se eleve hasta 120 millones de euros.
Según explica el propio Port de Barcelona, “la estrategia como sede de la Louis Vuitton America's Cup se ha centrado en la búsqueda de la sostenibilidad a largo plazo, abarcando tres aspectos fundamentales: el económico, el medioambiental y el social”.
La edición de este año cuenta con un aspecto diferenciador respecto a las anteriores: son los propios equipos los responsables de financiar y construir las bases, mientras que la organización se encarga de preparar los servicios, el sistema de alcantarillado, los accesos y las conexiones tanto terrestres como marítimas necesarios.
Otra de las novedades de la edición número 37 de la America’s Cup es que en Barcelona no se ha planteado la construcción de nuevas infraestructuras, sino la modernización y transformación de las ya existentes.
Entre las actuaciones más significativas se encuentra la remodelación del Moll dels Pescadors, un espacio en el que se desarrolla una actividad concreta y que, tras la America’s Cup, se abrirá al público y se modernizan las infraestructuras necesarias para la actividad pesquera. También se espera el traslado de la operativa de cruceros y ferrys del muelle Barcelona Nord a Adossat, “alejando la actividad crucerística del centro urbano”, explica el Port.
Las inversiones en el Port de Barcelona se estiman en unos 120 millones de euros
A las anteriores se suma la reforma de los Tinglados del Moll Oriental, unos antiguos almacenes portuarios “de valor patrimonial destacable” que acogerán diferentes actividades durante la America's Cup, así como la culminación de la apertura a la ciudadanía del área de la Nova Bocana, que incluye actuaciones como la nueva Rambla del Rompeolas y el edificio Mirador.
Además, se espera que el Port Olímpic cuente con una nueva vida al convertirse en el primer polo de empresas de economía azul de Barcelona, con capacidad para atraer compañías especializadas en servicios náuticos, innovación, investigación, tecnología y economía circular.
Otro de los legados que dejará la prueba de embarcaciones a vela en la capital catalana es la electrificación de los muelles y la autoproducción de energías renovables, en línea con su proceso de descarbonización. Además, la America’s Cup servirá de trampolín para el despliegue de la red de fibra óptica desde la plaza del Mar de la Barceloneta hasta el Port Olímpic y el desarrollo de una red de 5G.
Aunque la joya de la corona es el Pavelló Blau, un macroespacio que pretende ser referente en la práctica deportiva en el Frente Marítimo de Barcelona. El proyecto se basa en el desarrollo del frente litoral barcelonés como gran escenario de la práctica deportiva, desde usos y equipamientos vinculados a los deportes de mar y arena, hasta espacios urbanos de este mismo ámbito, como paseos, parques y otras zonas en las que practicar deporte.
Barcelona aprobó un plan de unos treinta millones de euros para compensar el impacto en el barrio de la Barceloneta
El espacio engloba hasta diecisiete centros educativos y 46 espacios, zonas marinas y equipamientos deportivos. Además, se desarrollarán más de cuarenta actividades deportivas reguladas y se prevé que sea el escenario de decenas de actos y actividades deportivas relevantes de la ciudad.
El impacto urbanístico no sólo afectará a la zona del Port de Barcelona. El Ayuntamiento catalán, junto con la Generalitat de Catalunya, aprobó un plan de unos treinta millones de euros para compensar el impacto en el barrio de la Barceloneta.
Del total, dieciocho millones se destinarán a aplicar mejoras en el equipamiento del barrio, entre los que se encuentran la nueva cubierta de la pista de La Maquinista, la ampliación de la guardería La Mar y la creación de un nuevo Centro Comunitario. A los anteriores se sumarán 10,8 millones para el mantenimiento del espacio público, con la reurbanización de calles, renovaciones de aceras, nuevo mobiliario urbano y una zona infantil en el Parque de la Barceloneta, y 2,2 millones de euros para rehabilitar viviendas.