El juzgado prepara la primera gran subasta para liquidar Reyal Urbis
Sale a licitación un lote a un precio mínimo de 220 millones de euros. Entre los activos a subastar se encuentra la cadena Rafael Hoteles, solares y edificios de oficinas.
16 ago 2021 - 10:50
Empieza la liquidación de Reyal Urbis. El mayor moroso de Hacienda prepara su primera gran subasta de un lote que saldrá con un precio conjunto mínimo de 220 millones de euros, según informa Cinco Días. El proceso lo dirige el juzgado mercantil número 6 de Madrid.
El lote incluye la cadena hotelera Rafael, suelos y edificios de oficinas. Se trata del mayor lote puesto a la venta desde que Reyal cayese en liquidación en 2017 con una deuda de 4.700 millones. Entre los grandes acreedores de Reyal Urbis destaca la Agencia Tributaria, a la que en 2020 debía 343,5 millones de euros.
El sector inmobiliario ve con interés el lote que se va a subastar, ya que considera que puede englobar activos de calidad. Entre ellos, la cadena Rafael Hoteles, compuesta por tres establecimientos en Madrid, uno en Barcelona (operado bajo la marca Holiday Inn) y otro de cinco estrellas en la estación de esquí de Baqueira (bajo la enseña By La Pleta).
El juzgado ha convocado a los inversores interesados el 21 de septiembre para ofrecer más información
Los hotels de Reyal Urbis cuentan con 793 habitaciones. Además, en Castellana 200, en Madrid, la promotora también comenzó un proyecto hotelero que ahora está parado. A estos activos, se le suman otros edificios de oficinas y suelos. El juzgado ha convocado a los inversores el 21 de septiembre para ofrecer más detalles.
A fecha de 31 de diciembre de 2019, la inmobiliaria tenía 102.000 metros cuadrados de superficie de su negocio terciario, además de un stock de 6,2 millones de metros cuadrados de suelo. En los últimos meses, el juzgado ha ido subastando activos menores, como un lote de suelo urbanizable en Madrid por 10,7 millones.
En el año 2006, en plena burbuja inmobiliaria, Reyal protagonizó una opa sobre Urbis financiada con deuda. La oferta se saldó con éxito, pero el grupo resultante apenas pudo hacer frente al pasivo generado por la operación. En 2013 suspendió pagos con un pasivo de más de 3.200 millones de euros.