Blackstone y Santander refinancian la deuda de 6.000 millones de Quasar
La sociedad que agrupa la antigua cartera dañada de Banco Popular obtiene tres años más de margen, hasta 2026, para satisfacer el pago. Morgan Stanley, Deutsche Bank, JP Morgan y Bank of America son las entidades involucradas en el proceso.
22 mar 2022 - 10:25
Quasar respira. La sociedad de Santander y Blackstone que agrupa la antigua cartera dañada de Banco Popular y es propietaria del servicer Aliseda ha cerrado un acuerdo para refinanciar su deuda, que alcanza los 6.000 millones de euros, según informa Cinco Días.
Desde 2017, Santander y Blackstone son socios de la empresa inmobiliaria Quasar, de la que Blackstone posee el 51% y Santander el 49% restante. En esta firma, el banco traspasó los activos inmobiliarios procedentes de la compra de Popular, incluyendo Aliseda.
Para constituir la sociedad, el banco y el fondo estadounidense aportaron en 2018 cerca de 3.000 millones de euros en capital y formalizaron un crédito sindicado de 7.300 millones de euros con vencimiento en 2023.
El crédito sindicado fue liderado por Morgan Stanley y Deutsche Bank; en la refinanciación del préstamo, que alarga los pagos a corto plazo hasta 2023. Además de las dos entidades financieras, también han participado las estadounidenses JP Morgan y Bank of America.
Para constituir la sociedad, Santander y Blackstone aportaron en 2018 cerca de 3.000 millones de euros en capital
Del importe de 7.300 millones de euros, el saldo pendiente del crédito a cierre de 2019 era de 6.595 millones y el calendario estimado preveía la amortización de 909 millones en 2021 y otros 5.381 millones entre 2022 y 2023.
Quasar perdió 1.229 millones en 2019, lastrada por sus elevados gastos operativos y financieros, además de por las cargas por el deterioro de su cartera de inmuebles y créditos. La ralentización del mercado inmobiliario ya vista en 2019 y la posterior crisis sobrevenida del Covid-19 trastocaron en tres años el escenario de la compañía.
Los resultados de 2020, los últimos disponibles, tampoco remontaron el vuelo de la sociedad. La inmobiliaria de Santander y Blackstone cerró el ejercicio del año del Covid con unos pérdidas de 463 millones de euros.
Las cuentas de la inmobiliaria depositadas en el registro recogieron menores ingresos y unos mayores deterioros del valor de sus activos. La cifra de negocio se redujo un 13,5%, hasta los 460,7 millones, por la necesidad de aumentar las provisiones para cubrir el deterioro de los activos.