La arquitectura busca oxígeno ante una caída de los ingresos del 50%
Los estudios de arquitectura se lanzan a por la rehabilitación de espacios, a la espera de una segunda ola de la crisis provocada por la incertidumbre en el mercado y la falta de inversión.
12 jun 2020 - 04:57
La arquitectura se adapta ante el golpe del Covid-19. En la segunda semana de paralización de las obras, el volumen de trabajo y los ingresos de los estudios de arquitectura habían caído un 50%, según un estudio realizado por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectura de España (Cscae), y según su presidente, Lluís Comerón, la segunda ola de la crisis va a golpear aún con más fuerza al sector.
Además de la interrupción de las obras, los arquitectos se han visto afectados por el retraso de los proyectos nuevos y se prevé una mayor precarización de la profesión. “Se va a destruir empleo, hay mucha incertidumbre, y preocupa que las condiciones laborales vayan hacia atrás”, afirma Comerón.
Aun así, desde el Cscae no prevén una caída como la del 2008 en facturación y volumen de tabajo. “Ahora no hay problemas estructurales de superproducción, el sector quiere seguir creciendo”, señala Comerón. El arquitecto también alerta de que la situación de partida de la profesión es mucho peor que la de la anterior recesión, y que sin intervención pública será muy difícil que se recupere en los próximos tres años.
El presidente de la Csae augura que la segunda ola de la crisis va a golpear con más fuerza el sector
Para impulsar la recuperación, la entidad aboga por una estrategia público-privada y por apostar por la rehabilitación del parque de viviendas. Mientras en países como Portugal, Francia o Italia la tasa de ocupación en rehabilitación es del 3,9%, en España se sitúa en el 2,2%. “Alcanzar el porcentaje de otros países crearía 400.000 empleos”, afirma el presidente.
Antes de que estallara la crisis del coronavirus, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana estaba preparando la Ley de Arquitectura y Calidad del Entorno Construido para sentar las bases de la rehabilitación del parque de viviendas y redefinir los concursos públicos.
La ley prevé una “adecuada remuneración de los profesionales acorde con una prestación de calidad” y busca subsanar la falta de oportunidades de los arquitectos más jóvenes. Desde el sector, reclaman que a esta ley se le sume un Plan Nacional de Vivienda y un Plan Nacional de Renovación Urbana.
En primera persona
Jorge Alonso, design architect & planner y business development manager de Chapman Taylor, coincide en que la rehabilitación va a actuar como un nicho de mercado para los estudios de arquitectura tras la crisis.
Para Alonso, la supervivencia de un estudio en tiempos el Covid-19 no depende de su tamaño, “los estudios de arquitectura se deben transformar en estructuras multidisciplinares y horizontales; Hay que abandonar la imagen del startarchitect, y ser estudios más líquidos”, afirma.
Alonso prevé que esta crisis será más corta que la de 2008. “Tenemos más capacidad de recuperación y proyectos más sólidos”, asegura. Para el arquitecto, no hay que temer a una segunda ola si no hay un rebrote del virus. “El real estate ya está recibiendo el golpe, pero se van a equilibrar los números, hay que mantener la calma”, señala.
“Los estudios de arquitectura se deben transformar en estructuras multidisciplinares y horizontales”, afirma Alonso.
Champan Taylor sigue en busca de proyectos a pesar de la incertidumbre del mercado, y aboga por la construcción de espacios de usos mixtos que, junto al built-to-rent, son tendencias que la empresa prevé que se acentúen tras la crisis del coronavirus.
De todos modos, para los pequeños estudios, la crisis puede resultar un golpe más fuerte. “La precariedad se ha disparado, las oficinas pequeñas tienen problemas para sobrevivir”, afirma Victoria Acebo, arquitecta que inauguró su propio estudio junto a Ángel Alonso en 1995.
“La precariedad se ha disparado, las oficinas pequeñas tienen problemas para sobrevivir”, señala Acebo.
Para Acebo, la recesión de 2008 fue un duro golpe para los estudios, del que aún no se habían restablecido cuando impactó la crisis del Covid-19 y los estudios pequeños se están llevando la peor parte, a juicio de Acebo. “Decenas de estudios nos presentamos a concursos dirigidos a las grandes empresas y que presentan pocas garantías, condiciones rígidas y pocos honorarios”, afirma la arquitecta.
Acebo aboga por una defensa de los estudios pequeños y que estos reciban ayudas públicas. Además, ve la remodelación de espacios como el campo de trabajo en el que debe centrarse el sector, aunque advierte que la precariedad en los estudios de arquitectura va a ir en aumento.