Eduardo Salsamendi (ProWorkSpaces): “Conforme el crecimiento se estabilice, se consolidará la actividad y las rentabilidades serán mayores”
Eduardo Salsamendi, presidente de la asociación ProWorkSpaces, analiza los retos del sector pasando de la profesionalización a la regulación administrativa.
14 feb 2020 - 04:57
Las empresas del real estate se alían para encarar los retos del sector. Las compañías del sector inmobiliario se organizan para ser fuertes ante las administraciones y no convertirse en actores irrelevantes. Durante los próximos meses, EjePrime entrevistará a las principales patronales del sector para descubrir como las asociaciones de empresarios analizan su segmento y sus principales retos.
Eduardo Salsamendi, presidente de la asociación ProWorkSpaces desde hace diez años, asegura que el sector del coworking continuará creciendo a doble dígito durante los próximos cuatro años, hasta que la actividad se estabilice y generará rentabilidades más altas. Además, desde la patronal de trabajo flexible demandan una regulación más especifica para el sector.
Pregunta: ¿Qué le pide el sector al nuevo Gobierno?
Respuesta: Desde la patronal le pedimos que nos ayude a regular el sector. A pesar de que llevamos treinta años en el mercado, todavía somos muy desconocidos para las administraciones. Necesitamos que nos comprendan mejor, por ejemplo, con determinados temas con la Agencia Tributaria.
P: ¿La inestabilidad política del último año ha afectado al sector?
R: Las incertidumbres en general no son buenas para la economía, al no tener gobierno muchas veces se acaban posponiendo medidas. Aun así, nuestro sector ha tenido su eclosión dentro de la anterior crisis y somos un producto que puede funcionar bien en tiempos de incertidumbre, ya que permitimos contratos flexibles que se pueden ajustar a las necesidades cambiantes del cliente. Pero en general, como en cualquier otro sector, cada vez estamos más globalizados y dependemos del resto de sectores y de la economía.
P: Algunas de las principales empresas del sector nacieron al principio de la última crisis. ¿Una ralentización de la economía es una oportunidad para el coworking?
R: Puede serlo, nosotros ofrecemos oficinas flexibles donde el cliente puede variar el contrato dependiendo de sus necesidades, y eso es un valor en tiempos de incertidumbre. Las empresas cada vez trabajan más por proyectos, con equipos que van cambiando y tienden a ser más líquidas. En esta situación, nuestra labor aporta mucho valor a las actividades de las empresas.
“Nos falta tener herramientas a medida de nuestras necesidades, de las que otros sectores disponen”
P: ¿Falta profesionalizar el sector?
R: Totalmente, es uno de los retos. Nos hemos inventado una actividad en los últimos años, aunque alguno dentro de los centros de negocio llevamos varios años de actividad, estamos inventando una profesión, y tenemos que avanzar en la profesionalización del sector. Todavía queda muchísimo camino por recorrer, nos falta tener herramientas a medida de nuestras necesidades, de las que otros sectores disponen. Como todo sector cuando empieza, es apasionante pero convulso, porque queda mucho por hacer. Y a pesar de que el boom ha sido importante, somos un porcentaje muy pequeño sobre el parque total de oficinas y muy desconocidos para muchas empresas.
P: ¿Cuáles son los principales retos del sector?
R: A parte del de la profesionalización que hablábamos, uno es el de la regulación. Somos un sector muy diverso. Hay unos pocos que están cogiendo mucho tamaño, y hay muchas empresas muy pequeñas. Habrá un proceso de reorganización dentro del sector. Desde la asociación defendemos que cabemos todos, pero se irá viendo, igual que en el sector hotelero hay una gran cadena y pequeños hoteles. Pero queda mucho por profesionalizar del sector, que todo este más estandarizado, que los clientes nos conozcan y que sepan qué pueden obtener cuando trabajan en coworking.
P: El coworking está creciendo a doble dígito ¿hasta cuándo podrá mantener el ritmo?
R: Todavía es difícil ponerle una fecha. Donde más ha crecido es en las zonas prime de las grandes ciudades. Todavía se puede crecer más, pero cada vez el crecimiento comparativo es menor. Pero durante tres o cuatro año todavía seguiremos creciendo a esta velocidad.
“Para crecer hace falta dinero para invertir y clientes para rentabilizar”
P: ¿Este crecimiento puede darse en otras ciudades que no sean Madrid y Barcelona?
R: Cada vez estamos yendo más a ciudades de segundo nivel, o hacia las partes menos céntricas de Madrid y Barcelona. Aunque el número de metros que se añadirán en estas localizaciones no serán tan espectaculares. Otra de las ventajas del sistema es el teletrabajo, que alguien pueda ir a trabajar a cinco minutos de su casa y no tenga que ir hasta la gran ciudad.
P: ¿Qué necesitan las empresas del sector para crecer?
R: Para crecer hace falta dinero para invertir y clientes para rentabilizar. El gran crecimiento del sector ha sido los últimos años y los inversores están fijándose en el sector. Además, necesitamos innovaciones tecnológicas para ir mejorando nuestro servicio. Pero lo principal es que el cliente nos conozca y este interesado en nuestro servicio y que haya gente interesada en invertir.
P: ¿El coworking pertenece más al sector tecnológico o al real estate?
R: Tenemos un pie puesto en cada orilla. No somos empresas de real estate, somos operadores y nos dedicamos a explotar los servicios. Aunque indudablemente estamos muy cerca con el negocio inmobiliario. A la vez, hay propietarios de edificios que se han dado cuenta de que tener propietarios de oficinas flexibles les aporta valor a sus activos. Pero las empresas con base tecnológica pueden tener unos crecimientos exponenciales muy altos, porque el número de usuarios es ilimitado y los pueden incorporar a costes muy bajos, pero ese no es nuestro caso. No podemos decir que nuestro modelo sea el mismo que de base tecnológico.
“No somos empresas de real estate, somos operadores y nos dedicamos a explotar los servicios”
P: ¿Tiene miedo de que el efecto de WeWork se traslade a otras empresas del sector?
R: No, el caso de WeWork es muy peculiar. La compañía puso nuestro sector en el foco de los inversores y lo dio a conocer. Pero el fallo de WeWork no está en el modelo de explotación, sino en una gestión de crecimiento muy particular que no es exportable a otro tipo de empresas.
P: Salvo IWG y WeWork, hay pocas empresas internacionales que hayan apostado por España. ¿A qué se debe?
R: El mercado español es distinto. Estamos muy cerca del real estate, y en este sector existe la cultura de tener la propiedad del inmueble que se utiliza. Este sentimiento no existe en otros países y muchas veces lastra la actividad, pero la mentalidad de la gente va cambiando.
P: ¿Por qué es necesaria una patronal del coworking?
R: Tenemos muchísimos retos que nadie más que una patronal puede afrontar. Una empresa sola, por muy grande que sea, no tiene la capacidad de interlocución con las administraciones que nosotros podemos tener. Nosotros somos un interlocutor valido para negociar la regulación del sector. Además, necesitamos trabajar el sentimiento de comunidad que practicamos en nuestros espacios.
“Estamos entre dos aguas entre los activos alternativos y el sector de oficinas”
P: ¿El coworking son activos alternativos o ya forman parte de oficinas?
R: Nuestro sector es muy diverso, estamos entre dos aguas. Somos el puente entre la pequeña demanda y la gran oferta. Puede haber pequeños coworking que se gestionen como modo de vida que ofrecen servicios muy personalizados. Por otro lado, existen espacios sectoriales que se especializan en captar empresas o profesionales de diferentes especialidades, que les pueden ofrecer servicios específicos. También hay muchos espacios grandes que trabajan el cliente corporativo. Depende del modelo de explotación, estamos en una parte o en la otra.
P: A medida que el boom pase, ¿las rentabilidades se verán afectadas?
R: En absoluto. Todos los que operamos espacios sabemos que es un negocio que cuesta un tiempo. Parte de los problemas de WeWork es por un crecimiento demasiado rápido, cuesta poner un espacio en rentabilidad. Cuando un espacio está abierto dos o tres años, pasa a ser más rentable, así que conforme el crecimiento se estabilice, se consolidará la actividad, y las rentabilidades serán mayores.