Värde compra suelo en Barcelona a Oaktree y Alza: adquiere terrenos en el 22@ por 50 millones

El fondo estadounidense Värde Partners cierra una operación en Cataluña en la semana más tensa del conflicto político. La compañía ha cerrado finalmente la compra a Oaktree y Alza Real Estate de una cartera de terrenos en el distrito del 22@ por 50 millones de euros. Los terrenos, conocidos en Barcelona como Can Ricart, cuentan con 52.000 metros cuadrados.

Värde firmó la compra de estos terrenos el pasado 2 de octubre, donde levantará edificios de oficinas y viviendas. El solar pertenece a lo que queda de la histórica fábrica textil de Can Ricart. En total son varias manzanas comprendidas en una cuadrícula entre las calles de Bilbao, Perú, Marruecos y Espronceda, junto al Parc Central.

Alza Real Estate, presidida por Tomás Alarcón, se hizo con esos terrenos en 2009, al adquirirlos a la familia Ricart, propietarios de la antigua fábrica. La propia inmobiliaria recoge en su web que el llamado proyecto Parc Central cuenta con una edificabilidad total de 51.710 m2 para edificios de oficinas con una altura máxima de 13 plantas. Una pequeña parte está prevista que se dedique a lofts residenciales y a aparcamiento.

Fundada en 1993 y con sede en Minneapolis (Estados Unidos), Vardë Partners invierte capital en todo el mundo a través de múltiples estrategias. Entre las principales actividades del fondo se encuentran el capital riesgo y opciones sobre activos.

En la actualidad, Vardë Partners es un gestor de fondos de inversión alternativa con más de 10.000 millones de dólares en activos bajo administración y más de 50.000 millones de dólares invertidos en todo el mundo. Entre los sectores que han ido despertando el interés de Värde uno ha sido el del inmobiliario, en concreto en el mercado español, donde la compañía ha cerrado numerosas operaciones desde su entrada en el país.

En diciembre de 2012, el fondo de inversión dio el pistoletazo de salida a sus inversiones en España al unir fuerzas con Anchorage para formalizar la compra de cinco edificios en Madrid y Barcelona por 100 millones de euros.