Banco Santander entra en el ‘flex living’ y se hace con tres edificios

Santander salta al flex living. La entidad bancaria, a través de su gestora Santander Asset Management, ha creado su propia plataforma de flex living, o alojamientos temporales, y se ha hecho con tres edificios propiedad de Neinor y Aedas, dos de las mayores promotoras, según avanza El Confidencial.

Con Neinor Homes ha alcanzado un acuerdo para hacerse con un complejo de apartamentos temporales que se encuentran en el polígono de La Mercedes, en el madrileño distrito de San Blas. La promotora inmobiliaria tiene previsto construir unos 160 apartamentos temporales en ese suelo industrial

En el caso de Aedas, la gestora de Banco Santander ha cerrado dos proyectos: por una parte, se ha hecho con un complejo de 160 apartamentos en Valencia, cuya ubicación exacta no ha trascendido, aunque están cerca del puerto de la capital valenciana; a este se suman 190 pisos en el barrio de Valdemarín, en el distrito de Moncloa-Aravaca, con buenos accesos a la A-6 y a pocos minutos de Moncloa.

De este modo, Banco Santander entra en el flex living con una cartera de 500 unidades, todas ellas enfocadas al público más joven. Sin embargo, la apuesta de la entidad cántabra no quedará aquí, ya que pretende iniciarse en el senior living y en la gestión y explotación de residencias de estudiantes.

Banco Santander entra en el este segmento con una cartera de 500 unidades

A finales de 2023, Santander Asset Management ya dio sus primeros pasos en la gestión de inmuebles de este tipo, al crear una unidad inmobiliaria con el objetivo de abordar este tipo de mercados. Al frente de la primera puso a Alfonso Agulló, y para liderar la segunda fichó a Joaquín Linares, hasta entonces socio de Deloitte, quien es actualmente el responsable de este proyecto.

En concreto, la entidad presidida por Ana Botín ha inyectado unos setenta millones de euros en este vehículo de inversión. Según fuentes cercanas a la compañía, esta cantidad se acerca a la totalidad del capital del fondo.

En octubre del pasado año, Banco Santander salió del accionariado de la doValue, antigua Altamira, después de vender al servicer italiano la participación del 15% que aún controlaba por alrededor de veinte millones de euros.