Pelayo: el Covid-19 impacta en los cimientos de la ‘muralla’ de Barcelona
Bershka y Geox han sido las últimas empresas en cerrar sus tiendas en la emblemática calle barcelonesa, construida en el siglo XIX tras la demolición de la muralla de la ciudad.
1 oct 2020 - 04:57
El Covid-19 impacta en los cimientos de la muralla de Barcelona. La calle Pelayo, una de los ejes comerciales de Barcelona, languidece hoy por el Covid-19 y la falta de tráfico que ha generado la pandemia. Históricamente, Pelayo ha sido una calle de gran éxito comercial, pero ahora, según fuentes del mercado, ningún operador la mira. De hecho, un paseo a cualquier hora de la mañana permite ver que muy poca gente está en las tiendas de la vía, dejándola relegada a un segundo plano.
Los orígenes de esta calle se remontan al siglo XIX, después de que la antigua muralla de Barcelona se destruyera y fuera necesario construir una calle que partiera desde el inicio de Las Ramblas y rodeara todo el tramo de la antigua muralla.
La configuración de Pelayo, que debe su nombre al primer rey de Asturias, Don Pelayo, ha variado durante los dos últimos siglos. En sus inicios, las autoridades de la ciudad plantaron árboles plataneros para ofrecer sombras a los paseantes, que luego fueron sustituidos por acacias. Sin embargo, debido a las aceras estrechas, la aglomeración de gente y las vías de superficie de los ferrocarriles, la calle se quedó sin sombra en 1909.
Desde sus inicios, Pelayo ha sido una de las calles comerciales más importantes de Barcelona en la que a veces el número de tiendas ha superado al de edificios, especialmente en el lado mar. Hasta su urbanización con la construcción del edificio El Triangle la franja que va desde Plaza Cataluña hasta Balmes estaba ocupada por la estación del tren de Sarrià cuando circulaba por la superficie. Cuando se soterró la estación, se convirtió en un solar y posteriormente en un aparcamiento municipal.
La localización de la calle, en el centro de Barcelona, como vía de tránsito y de salida de la estación de tren, imprimieron en la calle Pelayo su carácter de vía comercial. La calle ha estado ocupada por numerosos comercios tradicionales, en especial zapaterías, de los que en la actualidad apenas quedan cuatro. Sin olvidar el histórico Nivel 10, hoy convertido en la perfumería Primor.
Calzados Segarra, Calzados Miró, Minerva, Joyería Vilaplana, la corsetería La Sirena, la peluquería Violetas Imperiales, Almacenes Alemanes, Casa Torres, Camisería Royal o la funeraria La Egipcia, son algunos de los comercios históricos que se encontraban en la calle Pelayo.
Otro de los principales edificios que albergó la calle Pelayo fue la sede del diario La Vanguardia, entre octubre de 1903 y abril de 2004, hoy reconvertido en un hotel, y los almacenes El Siglo, obra de los arquitectos Eduard Ferrés, Lluís Homs e Ignasi Mas en 1915. En la actualidad, el edificio está ocupado por un establecimiento del gigante de la moda C&A que se encuentra en plenas reformas.
Crónica anunciada
El primer gran operador en salir de la calle Pelayo fue Blanco. La empresa cerró el establecimiento, ubicado en el número 1 de la calle, en 2017 y aún hoy continúa el rótulo y con un cartel de Se vende. En los últimos meses, la calle ha sufrido más cierres como el de Bershka y Geox, mientras que la cadena de íntimo de Inditex, Oysho, también ultima la
salida.
Los principales operadores de la calle son Zara, cuya tienda se ubica frente a la salida del metro. Debido a esta ubicación, muy cercana a Plaza Cataluña, se decía en el sector que era uno de los establecimientos que más vendía en España. En la misma manzana también está presentes grupos como C&A, actualmente en obras, Undiz, Pull&Bear y Celio.
Justo en frente, en El Triangle, se encuentran operadores como Sephora, Massimo Dutti, Foot Locker, Camper y un local especializado en calzado de marcas como Havaianas o Birkenstok. De hecho, estas son las únicas tiendas de moda que permanecen operativas en el lado montaña de la calle.
En el segundo tramo de la calle, que va desde Jovellanos hasta Gravina, operan retailers como Tezenis, Querol, Stradivarius, Natura, Happy Socks y Women’secret. La última manzana de Pelayo, de Gravina hasta la esquina con Plaza Universidad, está ocupada por Parfous, Primor, Florencia y Lefties.
Las colas frente a la cadena de moda joven del grupo gallego de moda durante las primeras fases de la desescalada del estado de alarma en España fueron uno de los últimos de atisbo de tráfico en la calle Pelayo. Con la vuelta a la normalidad, las colas ya no están, y encontrar gente en Pelayo es hoy casi imposible.