Le Collectionist busca el lujo de España: compra Bonder&Co y próximo desembarco en Cataluña
12 abr 2018 - 04:55
Le Collectionist, especializado en alquileres vacacionales de lujo apuesta por el país en su plan de expansión internacional. Tras la compra de la compañía española del sector Bonder&Co, la agencia atracó en Ibiza, Formentera, Mallorca y, desde hace pocos días, también en Marbella. Ahora, aprovechando el rápido crecimiento del sector, “el siguiente paso será Cataluña en un plazo máximo de doce meses”, anuncia Paloma Bonder, directora general de Le Collectionist en España, a EjePrime.
“Nosotros asistimos a los clientes, les creamos un proyecto a su medida”, explica Max Aniort, uno de los tres fundadores de la compañía gala. Los otros dos son Olivier Cahané y Eliot Cohen-Skalli. No obstante, la propuesta de Le Collectionist difiere en parte al de los alquileres de lujo convencionales. La agencia busca “proporcionar experiencias únicas” a sus clientes, según destaca Aniort, sumando a su oferta de alquiler de vivienda una serie de servicios que van desde el alquiler de yates, hasta la contratación de un chef privado o la instalación de una pantalla de cine en el jardín de la casa arrendada.
En este sentido, Bonder apunta a la economía local. “Para nosotros es muy importante apoyar el negocio de cada lugar en el que estamos, porque una de nuestras claves es la experiencia local”, destaca la directiva. La ejecutiva quiere que sus clientes “huyan de lugares comunes” para que “entren en contacto con el destino elegido”.
Le Collectionist y sus “experiencias locales” han atraido a los dueños de Gucci, que han liderado una ronda de diez millones
Para su desembarco en España, Le Collectionist ha aprovechado la experiencia de una compañía local como Bonder&Co para poder acelerar su crecimiento y “potenciar nuestra idea de echar raíces en el lugar al que acudimos”, agrega Aniort. La compra de la empresa ibicenca, fundada en 2006, se integró en el plan establecido por el grupo galo por el cual lanzó y cerró una ronda de financiación de diez millones de euros. El fondo inversor que lideró este proyecto fue Red River West, que es propiedad de Grupo Artemis, el dueño de Kering, el holding de lujo de la familia Pinault y que reúne marcas como Gucci, Bottega Veneta, Yves Saint Laurent, Alexander McQueen, Balenciaga o Stella McCartney, entre otras.
Fundada en 2013, el objetivo de la compañía es “además de entrar en un país interesante y ampliar nuestra oferta, queremos también captar al cliente español para que confíe en nosotros en sus viajes a otros países en los que estamos presentes”, destaca Aniort. No en vano, una de las máximas del negocio del grupo es “convertir a nuestro propietario en cliente”, apostilla el empresario.
Tras la compra de Bonder & CO, la agencia ha sumado 400 propiedades en España a su cartera global. En este apartado, Bonder destaca que “estudiamos las viviendas que introducimos a nuestra cartera”. Así, 340 de las viviendas que oferta la compañía se encuentran entre Ibiza y Formentera, y 60 entre Mallorca y Marbella, los últimos destinos en los que ha abierto mercado.
La mayoría de las viviendas y de los clientes con los que cuenta el grupo en el país son extranjeros. “El 65% de nuestros clientes son de Reino Unido –detalla Aniort–. Les seguirían viajeros de Francia y del resto de Europa, aunque también tenemos bastantes clientes de Estados Unidos”. Por la parte de propietarios de las casas de lujo que arrendan, aunque “ya notamos que en cartera entran cada vez más activos de personas españolas”, según destaca Bonder, los británicos son mayoría, como dueños de un 60% de las viviendas en oferta en Le Collectionist en España.
Con casas cuyo alquiler puede rondar los 25.000 euros para diez días de estancia, el lujo también está aprovechando la buena marcha del sector económico e inmobiliario en España. “El precio de los alquileres ha crecido entre un 15% y un 35% en los últimos años”, apunta Bonder, quien cree que el sector se encuentra ante una “gran oportunidad” para crecer en el país.
Bonder destaca que sus clientes antes alquilaban vivienda para siete días y “ahora esta cifra se ha duplicado hasta los catorce”
Otro de los aspectos que destacan tanto el cofundador de la marca como su directora general en España es la asesoría que se le da al cliente. “Cuando un cliente nos contacta, le planificamos sus vacaciones buscando la casa que más se puede adaptar a sus demandas y le guiamos durante su estancia con diversas ofertas sobre experiencias locales”, asevera Aniort.
Con este menú, Le Collectionist prevé aprovechar “la confianza que tienen los viajeros en España”, según Bonder. “Antes la estancia media de nuestros clientes rondaba los siete días y ahora esta cifra se ha duplicado hasta los catorce, aproximadamente”, destaca la ejecutiva.
En este crecimiento ha tenido que ver la apuesta también del propio país por este tipo de turismo. “Se han abierto muchos puertos deportivos, lo que genera que muchos turistas que vienen en barco escojan España; y lo mismo sucede con los campos de golf, otro factor predominante en este sector”, pone como ejemplo Bonder. “Sólo en Ibiza, se han acometido tres proyectos de renovación de puertos en los últimos tiempos”, apostilla la ejecutiva, nacida en la isla pitiusa.
Madrid, una plaza interesante para el futuro
Le Collectionist tiene un plan de crecimiento rápido que pasa por contar en 2020 con hasta cien oficinas en diversos destinos de todo el mundo. En clave nacional, una de las apuestas a futuro de la compañía podría ser Madrid, una capital que despierta el interés de Bonder y Aniort, pero a la que le falta aún “un poco más de tiempo”, explica la directiva.
Para continuar con su expansión en España, la agencia no tiene planificadas más rondas, “pero iremos abriendo seguro en un futuro porque serán necesarias para poder llegar a nuevos lugares”, reconoce Aniort, quien confía en ir ampliando su cartera de clientes nacionales “a medida que sigamos abriendo camino en el país”. Actualmente, Le Collectionist ofrece alquileres en más de 2.300 propiedades repartidas en más de cien destinos.