Inveriplus sigue desinvirtiendo: vende tres de sus cuatro gimnasios a Fitup

Inveriplus sigue con su repliegue. La inmobiliaria ha vendido tres de los cuatro gimnasios que tenía en cartera bajo la marca TMX Experience Fitness a la cadena Fitup. La compra de los clubes y su posterior remodelación por parte del comprador supondrán una inversión de 3,2 millones de euros, según publica hoy Palco23.

Las instalaciones se encuentran en la zona de Alberto Aguilera, en el distrito de Chamartín, en el barrio de Las Rosas y en Pozuelo de Alarcón. Los dos primeros ya están operativos, pero el cambio de maquinaria e imagen se realizará durante los próximos meses. El centro de Pozuelo se someterá a una remodelación integral y se inaugurará en enero. Todos ellos operarán con la marca Fitup.

En total, los tres centros tienen una superficie superior a los 9.500 metros cuadrados y suman más de 7.000 abonados, una cifra que Fitup espera doblar en los próximos meses. Por otro lado, desde la empresa compradora se asegura que van a mantener el 100% de los puestos de trabajo en todos los centros.

El cierre de las oficinas provocó el despido de entre treinta y ochenta empleados

Inveriplus Investments, especializada en la inversión y saneamiento de activos, adquirió cuatro clubes en 2018; dos de ellos, el de Alberto Aguilera y el del centro comercial Las Rosas, los compró a Urban Fitness, mientras que los otras dos se encuentran en Tres Cantos y Pozuelo.

Tras varios meses operando los complejos, la compañía ha decidido dejar en standby su negocio vinculado al fitness, por lo que ha vendido tres de sus cuatro activos a Fitup. El cuarto sigue a la venta después de que la cadena dirigida por Castañeda no lo considerara estratégico. “Hemos decidido deshacer posiciones, aunque en un futuro creemos que este sector nos puede interesar”, afirman desde la dirección de Inveriplus Investments.

Esta operación se da tan solo dos meses después del cierre de 27 de las 31 oficinas que la compañía tenía en España. Este movimiento supuso el despido de entre cincuenta y ochenta empleados. En este sentido, los empleados acusaron a la empresa de ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE) encubierto, mientras que la dirección aseveró que se trataba de trabajadores de oficinas “no operativas”.

En todo caso, la inmobiliaria mostró su convencimiento en seguir el plan para alcanzar cuarenta centros y 200 empleados en los próximos dos años. La compañía gestiona más de 5.400 activos y una ratio de ocupación de 88%, según sus propios datos.