Caterina Property crece en Madrid con la gestión de un edificio en Malasaña

Caterina Property crece en Madrid. La empresa especializada en alquiler corporativo ha sumado un nuevo edificio con diecinueve apartamentos en el barrio de Malasaña, en el centro de Madrid.

El inmueble, bautizado con el nombre de Leonor by Caterina y que se encuentra en el número 20 de la calle Corredera Baja de San Pablo, es el edificio de viviendas más antiguo de Malasaña y uno de los más antiguos de Madrid. En él vivió el escritor Antonio Machado con su esposa Leonor Izquierdo, a principios de siglo XX. Actualmente cuenta con diecinueve apartamentos de una, dos y tres habitaciones equipados para entrar a vivir.

Se trata del segundo inmueble de Caterina Property en Madrid, tras la reciente puesta en marcha de Caterina Atocha, un edificio en el que cuenta con dos apartamentos operativos (sumará dos más en las próximas semanas) situado a pocos minutos caminando de Plaza Mayor y Puerta del Sol. El grupo fundado y presidido por Manuel Vidal-Quadras explota actualmente noventa apartamentos de alquiler a largo plazo en Barcelona y Madrid, aunque sus planes pasan por alcanzar los quinientos en 2025 y sumar destinos secundarios, como Málaga, Valencia, Bilbao o Andorra.

Caterina Property quiere gestionar quinientos apartamentos en Madrid y Barcelona, además de otros destinos como Málaga, Valencia o Bilbao

Para ello, la empresa acaba de cerrar una ampliación de capital de 450.000 euros en la que ha dado entrada a profesionales como Ferran Marsà (La Llave de Oro), Nacho Giral (Atrápalo), Jeroen Merciers (Aribnb) y Francisco Parrilla (Chagala Group y New Amsterdam). “Con esta ampliación hemos obtenido recursos para una nueva etapa del viaje en la que queremos consolidar el crecimiento de Caterina Property en Madrid y Barcelona y expandirnos a otras plazas del mercado español”, señala Raúl Parrales, consejero delegado de la empresa.

La empresa busca en el mercado español inmueble con apartamentos de hasta tres habitaciones en fincas de calidad y, preferentemente, a poca distancia de grandes centros de trabajo. Con una duración mínima de 32 días, los contratos de alquiler con empresas tienen menos riesgo de impago y un menor desgaste del activo, además de ofrecer una mayor liquidez a la vivienda y una mayor flexibilidad ante cambios normativos, según aseguran desde Caterina Property.