2024: Más Caixa y más París en el Colonial de este año
Colonial cierra 2024 siendo una empresa más vinculada al universo La Caixa que hace doce meses y, también, reforzando su carácter internacional, con la integración de su filial en Francia, que opera en París, sobre todo.
24 dic 2024 - 05:00
Colonial se acerca al cierre del ejercicio 2024 con dos rasgos diferentes a los de un año atrás. Por un lado, la socimi española es una empresa más vinculada al universo La Caixa que hace doce meses y, por otro, refuerza su carácter internacional con la integración de su filial en Francia, que tiene actividad sobre todo en París.
La inmobiliaria dirigida por Juan José Brugera y Pere Viñolas cerró en mayo una de las grandes operaciones del año en el sector con una ampliación de capital de 622 millones de euros por parte de Criteria Caixa. La sociedad aportó 350 millones de euros en liquidez y 272 millones de euros en activos a través de ocho inmuebles de oficinas y de living en España. De este modo, Criteria Caixa se convirtió en el accionista de referencia de Colonial, con el 17% de las acciones.
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El año en que el ‘real estate’ enfiló una nueva consolidación
La operación, aprobada por unanimidad por el consejo de Colonial, permitió ampliar los activos de la inmobiliaria con tres edificios de oficinas en Madrid y Barcelona, con un total de más de 20.000 metros cuadrados, y otros cinco edificios residenciales en régimen de alquiler. Todos estos inmuebles proceden de la cartera de su filial InmoCaixa. Asimismo, la aportación de liquidez permitió reducir el ratio de apalancamiento de Colonial.
En el último trimestre del año, continuaron los movimientos accionariales en la compañía, reforzando la catalanidad de la socimi. En particular, la familia Puig (propietaria del grupo homónimo de perfumería) aprovechó la salida de la familia Santo Domingo del capital de Colonial para reforzar su posición en el accionariado de la socimi. Exea Inversiones Inmobiliarias, el hólding familiar de los Puig, compró en noviembre 5,7 millones de acciones de la inmobiliaria, durante la colocación acelerada iniciada por las sociedades Park y Sierra Nevada, propiedad de esa familia, la más rica de Colombia. La transacción elevó la participación de la saga catalana en el capital de la socimi hasta el 7,7% de su accionariado.
La familia Puig es el cuarto mayor accionista de la inmobiliaria, cuyo núcleo accionarial está liderado por CriteriaCaixa (17,3%), seguida del fondo soberano QIA de Qatar (16,4%) y el grupo mexicano Finaccess (13,1%). La familia March, a través de Corporación Financiera Alba, tiene un 5% de las acciones.
Junto a varias desinversiones a lo largo del año, Colonial también inició en noviembre una reestructuración de su cartera con la decisión de “examinar en detalle” una propuesta para fusionar su filial Société Foncière Lyonnaise, de la cual posee el 98,24% del capital. SFL, controlada por Colonial desde hace veinte años, cuenta con una cartera valorada en 7.400 millones de euros y enfocada en el Distrito Central de Negocios de París.
Una ampliación de capital permitió ampliar la cartera de la socimi
La potencial fusión forma parte de la estrategia en curso para simplificar la estructura del grupo, según la socimi española. La potencial transacción consistirá en la fusión de Société Foncière Lyonnaise con Inmobiliaria Colonial e intercambiar todas las acciones de SFL por nuevas acciones emitidas de Inmobiliaria Colonial. Es probable que el acuerdo de fusión entre Colonial y SFL se firme en el primer trimestre de 2025, después de consultar a los representantes de los trabajadores sobre el proyecto. La finalización de la fusión está sujeta a las condiciones habituales, indicó la compañía.
Susto y resultados
El susto del año para Colonial (y el resto de socimis españolas) llegó en noviembre desde el Congreso, a causa del acuerdo entre el Psoe y Sumar para liquidar el régimen fiscal especial de las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario (Socimi), que están exentas, en determinados tramos, del pago del Impuesto de Sociedades.
El anunciado acuerdo, que castigó la cotización de Colonial y que finalmente no llegó a materializarse, hizo encender las alarmas de una de las dos grandes socimis del Ibex35, junto a Merlin. La compañía cargó contra la posible medida y anunció que, en caso de aprobarse, se replantearía su estrategia y la ubicación de sus actividades. “Los cambios que algunos proponen son muy graves”, señaló Brugera, presidente de la compañía, quien agregó que “este tipo de modificaciones convierten al mercado español en territorio prohibido para la inversión internacional”.
Con todo, el año bursátil para Colonial ha sido menos plácido que el anterior, con un máximo anual situado en 6,54 euros por acción y un mínimo en 4,59 euros por título. Los resultados, por su parte, han mejorado a lo largo de todo el ejercicio. Tras cerrar 2023 con ingresos por rentas de 377 millones de euros (un 6% más que en 2022) y pérdidas netas de 1.019 millones de euros por la devaluación de activos, Colonial obtuvo en el primer trimestre un resultado neto recurrente de 47 millones de euros, un 25% más respecto al mismo periodo del año anterior. Hasta septiembre, la compañía elevó sus ingresos por rentas un 6%, hasta 293 millones de euros. El resultado neto atribuible fue de 156 millones, frente a las pérdidas de 298,5 millones del mismo periodo del año anterior. Por otro lado, la deuda financiera se redujo en 450 millones de euros, alcanzando los 4.414 millones, situando el Loan-to-Value (LTV) en un 36,5%, frente al 39,5% con que cerró 2023.