Blackstone acumula 20.000 millones en ladrillo en España, que copa el 20% de su inversión mundial

Blackstone se consolida como el mayor gestor privado de activos inmobiliarios de España. El fondo estadounidense lleva invertidos 20.000 millones de euros en ladrillo en el país, el 20% de su inversión en todo el mundo.

Blackstone fue uno de los primeros fondos en invertir en residencial tras la crisis. En 2013, el banco se estrenó en el mercado inmobiliario español con la compra a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Madrid (Emvs) de dieciocho promociones de pisos con 1.860 viviendas por casi 126 millones de euros.

Desde entonces, Blackstone no ha parado de apostar por el negocio en nuestro país y es propietario de varios vehículos cotizados y de algunas de las principales gestoras españolas. A la compra de las viviendas en Madrid se sumó poco después la de otros mil pisos de protección a Sareb y FCC. Estos activos son a día de hoy propiedad de Fidere, la primera socimi del fondo norteamericano en salir a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (Mab), en 2015.

En 2014, el fondo dio un paso más en España con la compra de la gestora inmobiliaria de Catalunya Caixa, sin activos, rebautizada después como Anticipa. Actualmente, esta sociedad gestiona más de 12.000 viviendas en alquiler que la empresa ha ido comprando a la entidad financiera en varias carteras.

En 2017, Blackstone compró a Santander el 51% del negocio inmobiliario de Banco Popular, con un valor en libros de 10.300 millones de euros, que incluía 1.932 millones de euros en inmuebles. Con esta adquisición, el fondo extranjero se convertía en el que más lleva invertido en España.

La última gran operación de Blackstone ha sido su aterrizaje en Hispania. La firma de inversión norteamericana se lanzó a por la socimi española especializada en el sector hotelero tras comprar la participación del 16,56% en la sociedad de George Soros. El fondo culminó poco después una opa por el 100% de la compañía.

Blackstone, constituida en 1991, se hizo el pasado julio con la sede de Planeta. El fondo pagó alrededor de 210 millones de euros por el edificio, que Hemisferio debía vender antes de septiembre para evitar su traspaso a Banc Sabadell.