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¿Trump 2024? Las políticas de vivienda y las propiedades del magnate del ‘real estate’

Las políticas de vivienda de Trump, basadas en la desregulación, y las de Harris, basadas subsidios e intervencionismo, revelan dos enfoques distintos sobre cómo abordar la crisis de asequibilidad y la falta de viviendas.

¿Trump 2024? Las políticas de vivienda y las propiedades del magnate del ‘real estate’
¿Trump 2024? Las políticas de vivienda y las propiedades del magnate del ‘real estate’

Marc Cervera

29 oct 2024 - 05:00

A una semana de las elecciones, los votantes de Estados Unidos decidirán si volver a poner un magnate del real estate al frente de la primera economía del globo. Como figura destacada en el mercado inmobiliario estadounidense desde los años setenta, sus políticas de vivienda reflejan su visión de libre mercado y desregulación. En contraste, Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata demócrata en las próximas elecciones, presenta un enfoque más intervencionista en temas de vivienda y de protección a los inquilinos.

 

Políticas de vivienda: Trump vs. Harris

Las políticas de vivienda de Trump y Harris revelan una marcada diferencia en sus enfoques sobre cómo abordar la crisis de asequibilidad y la falta de viviendas en Estados Unidos.

 

En cuanto al apoyo a compradores de vivienda Trump ha enfatizado su deseo de promover la propiedad de vivienda a través de incentivos fiscales para compradores primerizos. En sus planes Harris propone subsidio directo de hasta 25.000 dólares (23.110 euros) para el pago inicial, con un enfoque en apoyar a propietarios de primera generación (esta medida supera el incentivo de 10.000 dólares (9.245 euros) de la administración Biden).

 

 

 

 

Relativo al parque de vivienda, el businessman neoyorkino promete reducir las barreras regulatorias para agilizar la construcción de nuevas viviendas y plantea la posibilidad de liberar terrenos federales para desarrollo habitacional. La exfiscal de California proyecta, por su parte, construir tres millones de viviendas asequibles en cuatro años y apoyar créditos fiscales como el Low-Income Housing Tax Credit y el Neighborhood Homes Tax Credit, destinados a proyectos en comunidades de bajos ingresos.

 

La protección de inquilinos no ha sido uno de los temas principales en la campaña de reelección de Trump, según la asociación Bipartisan Policy Center, el expresidente “no ha presentado propuestas específicas para protección a inquilinos”, aunque impuso una moratoria temporal de desalojos durante la pandemia. Por el contrario, Harris apoya la Preventing the Algorithmic Facilitation of Rental Housing Cartels Act, para evitar la manipulación de precios de alquiler a través de algoritmos, y propone un límite de aumento del alquiler del 5% para grandes propietarios corporativos.

 

La inmigración ha sido uno de los pilares de la campaña de Trump y vincula políticas restrictivas de inmigración con el aumento en la disponibilidad de viviendas, prometiendo prohibir hipotecas y beneficios habitacionales para inmigrantes indocumentados. Por su lado Harris no se ha pronunciado sobre la relación entre inmigración y vivienda.

 

The Art of the Deal: el portfolio inmobiliario de Trump

Trump es el propietario y copropietario de varios edificios emblemáticos de oficinas con su nombre, de residencias de lujo y de propiedades comerciales, entre otros activos que ha ido acumulando en las últimas décadas.

 

Entre los edificios comerciales más destacados Trump posee el 30% del rascacielos 1290 Avenue of the Americas (Nueva York). Este edificio está valorado, en 1.700 millones de dólares (1572 millones de euros), según Forbes, aunque la administración del edificio está en manos de Vornado Realty Trust. Trump también posee el 30% de un complejo residencial en San Francisco, valorado según la compañía propietaria Vornado en 2.050 millones de dólares.

 

 

 

 

El hombre de negocios es el propietario de la icónica Trump Tower propiedad valorada según el propio magnate, en un documento de 2021, en 525 millones de dólares (485 millones de euros). La torre alberga oficinas y locales comerciales.

 

En cuanto a residencias y condominios Trump es propietario del Trump Park Avenue de Nueva York, con un valor en 2020 de 84,5 millones de dólares (78,1 millones de euros), según la oficina del fiscal de Nueva York, y de 135,8 millones de dólares (125,6 millones de euros) según la Organización Trump. Trump ha perdido este año un juicio por sobrevalorar sus activos y ha sido condenado a pagar 355 millones de dólares (328,2 millones de euros), aunque ha apelado la decisión judicial.

 

El candidato también posee Mar-a-Lago (Florida); un club de golf, hotel y residencia personal de Trump donde realizó encuentros oficiales cuando era presidente, llegando a reunirse con el presidente de China, Xi Jinping. La Organización Trump valora la propiedad en 739 millones de dólares (683,2 millones de dólares) y la oficina del fiscal de Nueva York en entre 25 millones de dólares y 75 millones de dólares (entre 23,1 millones de euros y 69,3 millones de euros).  Adicionalmente, Trump posee otras cuatro residencias en Palm Beach, Florida.

 

Trump también dispone de varios hoteles, como el Trump International Hotel en Las Vegas, del que es copropietario con Phil Ruffin, valorada en 107,7 millones de dólares (99,6 millones de euros) según la Organización Trump o el Trump International Hotel & Tower Chicago.