Residencial

La ciudad después del coronavirus: una urbe en cada barrio

Tras el confinamiento comienzan a emerger nuevos modelos urbanos como la ciudad de los quince minutos y otros modelos de movilidad, que se abren paso en las ciudades.

Marta Tamayo

9 jun 2020 - 04:57

La ciudad después del coronavirus: una urbe en cada barrio

La ciudad después del virus. Los núcleos urbanos del mundo despiertan de un letargo de más dos meses sin coches ni ruido, en el que sólo trabajadores esenciales pisaban sus calles. Tras saber cómo son las ciudades en completo silencio, urbanistas, ayuntamientos y ciudadanía se han lanzado a la redefinición de los espacios que concentran la actividad económica y social del mundo.

 

A golpe de brocha, grandes ciudades han aprovechado para ampliar el carril bici. En Barcelona, el consistorio prevé añadir 21 kilómetros de vías para bicicletas y monopatines durante la desescalada que quitarán espacio a los vehículos en calles como Gran Vía, Valencia o Pau Claris.

 

Madrid, en cambio, ha optado por no realizar modificiaciones permanentes en el circuito urbano, pero ha aprovechado el confinamiento para acelerar el proyecto de ampliar la red de carril bici en otros 25 kilómetros.

 

Además del aumento del carril bici, otras iniciativas han modificado el tejido urbano, desde la instalación de terrazas en la calzada, en ciudades como Valencia o Barcelona, o la peatonalización de algunas calles durante los fines de semana como en Madrid y la capital catalana.

 

 

 

 

“Con la ciudad post Covid-19, los peatones van a ganar espacio y los coches desaparecerán, o tendría que ser así”, sostine Laia Soriano-Montagut, técnica urbanista y miembro de la Asocieción Española de Técnicos Urbanistas (Aetu).

 

Para Soriano-Montagut, estas nuevas movilidades van de la mano de un nuevo entorno en el que la ciudad va a construir multicentralidades. Cada barrio contará con todas las instalaciones necesarias para los ciudadanos, desde un centro de salud, hasta tiendas, restaurantes y locales de ocio, así que no serán necesarios los coches en el día a día.

 

Así se construye la ciudad de los quince minutos, un modelo que se encuentra ya recogido en la Cumbre Mundial de Alcaldes de la Organización de las Naciones Unidas (C40) celebrada en 2019 y que Anne Hidalgo, alcaldesa de París, empezó a implantar en la capital francesa el pasado enero. Bajo este modelo, todos los ciudadanos deberían contar con todo lo necesario para su día a día en un kilómetro a la redonda.

 

 

 

 

La crisis del Covid-19 ha servido como un acelerador para la humanización de les espacios públicos”, asegura Soriano-Montagut. Aún así, la urbanista afirma que todavía estamos lejos de la expulsión del coche, muy integrado en la ciudad.

 

Otros expertos alertan de que la estrategia urbana tiene que venir acompañada de una planificación del área metropolitana de las ciudades. “Tenemos que conseguir integrar las comunicaciones de ciudades y barrios colindantes a las grandes ciudades”, afirma Julián Galindo, arquitecto y catedrático de urbanismo de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC). “Existe el peligro de que ciudades como Barcelona se colapsen al evitar la entrada de tantos vehículos sin ofrecer alternativas efectivas”, avisa el catedrático.

 

 

Además, estas políticas pueden provocar el colapso de la ciudad ya que no se genera una estrategia global de cambio, sino que se realizan pequeñas obras sin tener en cuenta el conjunto, apunta el catedrático.  

 

No es suficiente con ampliar aceras y poner carriles para bicicletas, se debe cambiar todo el circuito de movilidad urbana, de lo contrario el Covid-19 puede generar el caos metropolitano”, señala Galindo.

 

Aun así, ambos expertos coinciden en que la pandemia sólo ha acelerado un proceso de transformación que ya se estaba realizando. Las ciudades, centros responsables del 70% de las emisiones de dióxido de carbono del planeta, están llamadas a una transformación.