Casi 20.000 pisos que Sareb cederá a la empresa pública de vivienda ya estarían habitados

Una cuestión de cifras. La nueva empresa pública de vivienda y suelo en la que el Gobierno está trabajando a partir de una reconversión de la actual sociedad estatal de suelo, Sepes, tomará como base la cartera residencial de Sareb. Si bien, en la actualidad, casi la mitad de las 40.000 unidades que va a heredar del conocido como ‘banco malo’ se encuentran ya habitadas.

En concreto, algo más de 19.000 viviendas están ocupadas bajo distintos fórmulas, informa El Economista. La mayor parte de ellas, unas 8.300, están destinadas ahora a alquiler social dentro del programa que lanzó Sareb en este sentido hace tres años, por lo que no son viviendas nuevas que saldrán al mercado de renta social, puesto que actualmente ya están cumpliendo esa función.

Sareb nació en 2012 tras la ‘Gran Recesión’ para salvar al sistema financiero español mediante la agrupación de los activos inmobiliarios fallidos, pero en 2022 cambió su estrategia de gestión frente a la okupación de los inmuebles, por lo que empezó a diferenciar los casos de familias vulnerables de los de personas que okupan sus viviendas si tienen la capacidad financiera para pagar precios de mercado. Tras tomar el Frob la mayoría del capital de Sareb, puso en marcha un programa de alquiler con acompañamiento que ha hecho de Sareb un notable actor en el alquiler social en España.

La compañía ha alcanzado la cifra de 8.300 alquileres sociales y mantiene otras casi 1.700 viviendas cedidas en convenio a administraciones públicas para este mismo fin, según sus últimos datos, a cierre del tercer trimestre de 2024. Estas últimas son parte de las más de 19.000 que tienen que pasar a manos de la nueva empresa estatal de vivienda y suelo y que están habitadas.

Cuenta con 8.300 alquileres sociales y otras 1.700 viviendas cedidas a administraciones 

Alrededor de 3.400 viviendas más se encuentran okupadas por familias consideradas no vulnerables. Según Javier Torres, presidente de Sareb, “la cartera de viviendas okupadas es un problema para la sociedad, ya que no solo no genera ningún ingreso, sino que los inmuebles suelen sufrir una acusada degradación en el entorno vecinal y también en las propias viviendas”. Además, la sociedad pública tiene que seguir haciendo frente a los gastos del IBI, comunidades de vecinos, etc.

Estos pisos también forman parte de los 40.000 que se van a traspasar a la empresa estatal de vivienda y suelo, aunque pasará un tiempo hasta que puedan ser utilizadas para alquiler social, ya que primero se debe resolver el proceso judicial de desahucio y, después, muchas de las viviendas deberán ser acondicionadas.

Para completar la cartera de 19.000 unidades, también hay viviendas que actualmente están alquiladas a precios de mercado, alrededor de 5.000 unidades. Son pisos que cuando llegan a Sareb tienen un contrato de alquiler vigente al que la sociedad se subroga hasta la finalización del mismo y, llegado ese momento, la entiedad ofrece la opción preferente de compra al inquilino del inmueble. Por tanto, la nueva empresa pública deberá esperar hasta la finalización de estos contratos para poder disponer de ellas.

Según indicó Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, el pasado lunes, “en el primer semestre, esta empresa empezará a incorporar las más de 30.000 viviendas de Sareb, ya que unas 13.000 unidades serán incorporadas de manera inmediata, y otras 17.000 más, progresivamente”.