S. Herráez (Coam): “Deberíamos dejarnos de hacer malabarismos y embarrar con la vivienda”
El decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Coam) y la directora gerente de esta misma institución remarcan la necesidad de un plan nacional de vivienda que se adapte a la realidad de la sociedad española actual.
28 nov 2024 - 05:00
Sigfrido Herráez, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (Coam), y Ángela Baldellou, directora gerente de este colegio profesional, reclaman la simplificación de los trámites administrativos para poder construir y la implementación de medidas para que aquellos con más necesidad puedan acceder una vivienda digna. Asimismo, esperan contribuir a la reconstrucción de la zona afectada por la Dana de octubre en la provincia de Valencia, mientras avanzan en su trabajo dentro de la agrupación Madrid 2050, con la esperanza de que sus propuestas puedan llegar a servir como ejemplo para otros.
Pregunta: ¿Cómo se puede resolver el problema de la falta de vivienda disponible en España?
Sigfrido Herráez (S.H.): En España nos hemos empeñado en que este sea un tema difícil, creo que todos estamos haciendo lo contrario a lo que el sentido común aconseja. Cuando hay falta de vivienda para los jóvenes y a un precio determinado, lo que hay que hacer es crear oferta suficiente. No obstante, nos empeñamos en lo contrario; se están haciendo malabarismos de todo tipo y condición, se está embarrando el terreno de juego y complicando la situación. Para que haya más vivienda, tiene que haber más suelo con bordillo, a fin de poder pedir licencia rápidamente y, por tanto, todos los trámites administrativos tienen que simplificarse de verdad. En el prólogo de las leyes del suelo, se anuncia una intención de simplificar, pero el resultado es nulo. Tenemos que tomarnos en serio esa simplificación de normas, para que un suelo (no protegido desde el punto de vista medioambiental) se encuentre cuanto antes en el mercado de vivienda. Tenemos un tejido empresarial a nivel nacional (como Apce, Asprima, etc) magnífico, con músculo y profesionalidad. Los constructores y promotores son buenos profesionales. Hay técnicos y arquitectos dispuestos a trabajar en proyectos grandes y pequeños, a trabajar en aquello que está protegido... En definitiva, tenemos todo para hacerlo bien. Sólo hay que dar un empujón. No entiendo que España no tenga un plan de vivienda a nivel nacional. Siempre han existido planes de diferentes formas, los ha habido. Lo que no se debe hacer es limitar el precio del alquiler. Eso es una medida que puede ayudar. El plan de vivienda es el que pone encima de la mesa dinero de los impuestos de todos, para que los que más la necesitan tengan vivienda a un precio adecuado. Por tanto, sin manifestar ninguna ideología y usando el sentido común, considero que tenemos necesidad de un plan de vivienda, algo que supone una emergencia nacional.
Ángela Baldellou (A.B.): Recientemente, Apce y Colliers han presentado un informe sobre falta de suelo en España, que dice que la gestión supone una media de DIEZ años (en algunos casos se llega a duplicar) y que el actual déficit de vivienda nos llevará en 2039 a necesitar casi tres millones de unidades. Por tanto, me sumo a lo que dice el decano: tiene que haber un plan nacional. Por poner un ejemplo, hace alrededor de un siglo, en España hubo la llamada Ley Salmón, que puso a disposición de los promotores (como propietarios) suelo con una serie de condiciones: por un tiempo y con una calidad determinadas, para destinar al alquiler asequible y facilitar la rotación mediante una primera solución habitacional. Así se consiguió gran parte del barrio de Salamanca (Madrid). Debemos ser coherentes. Si hablamos de ciudades de 15 minutos, no podemos construir viviendas para jóvenes alejadas de los centros. El plan nacional de vivienda que necesitamos debería integrar factores sociales y demográficos, nuevos modelos de financiación y la profesionalización del sector de alquiler. Además, tendría que facilitar seguridad jurídica y dar acceso a crédito a los jóvenes de una franja de edad concreta con unos productos específicos.
P.: De forma similar a otras voces en el sector, ¿defienden ustedes las políticas de Madrid en cuanto a vivienda y seguridad jurídica para empresas, frente a las del Gobierno central, de otro signo político?
S.H.: Nosotros somos una agrupación gremial, de profesionales capacitados para diseñar edificios, también de viviendas. Queremos que se hagan edificios, porque ese es nuestro trabajo. De manera egoísta, debemos alabar a los políticos y las administraciones que más están haciendo en términos cuantitativos. Si mañana el Gobierno de España, dentro de la Operación Campamento (Madrid), pone a disposición un suelo del Ministerio de Defensa, para el bien de los ciudadanos de Madrid y a un precio barato (a fin de que las viviendas acaben siendo baratas), nos parecerá totalmente admirable. Alabamos el Plan Vive y otros ejemplos relacionados con el urbanismo de la Comunidad de Madrid, igual que aplaudimos el cambio de rumbo tomado por la Junta de Andalucía en materia de suelo y vivienda, que ha sido muy importante. Nos alegramos cuando cubre necesidades de la ciudadanía. Por lo que estamos viendo, creemos que el nuevo gobierno en la Generalitat de Cataluña también lo va a hacer. Es necesario trabajar en la dirección marcada por la necesidad. Ahora hay un ejemplo claro: la Dana en Valencia. Si no somos capaces de ir todos en la misma dirección (gobierno de España, autonomías y ayuntamientos, además de los técnicos y los especialistas), ¿para qué nos quiere la ciudadanía a aquellos que trabajamos desde las instituciones y administraciones? En un momento tan grave, debemos ser capaces de responder a los problemas. Necesariamente, se debe materializar en Valencia un nuevo poblado de absorción. Seguramente el teniente general (Gan Pampols, nuevo vicepresidente para la Reconstrucción del gobierno regional) estará pensando en construir entre 2.000 y 3.000 viviendas para entregar a aquellos que han perdido las suyas. Espero y deseo que no se vuelva a construir en una zona que ha demostrado ser peligrosa. Se debería llevar a cabo un concurso de arquitectura a nivel nacional y se tendrían que entregar (dentro de un año y medio) unas viviendas dignas, adecuadas, modernas y con un consumo energético razonable. Ahora tenemos la oportunidad de implantar en Valencia el modelo de urbanismo y vivienda que una población necesita, por desgracia. Esto aplica a todo el territorio nacional. No podemos estar pensando que la problemática de un lugar concreto es algo exclusivo. La problemática de la vivienda corresponde a toda España.
A.B.: El problema de la vivienda tiene muchas derivadas que a veces no se contemplan, como por ejemplo el importante efecto sobre la demografía y la sociedad. Hay previsiones del INE que señalan que Madrid es el territorio que más va a construir, porque es el que más va a crecer en toda Europa. De las 600.000 viviendas que se van a hacer nuevas, casi 300.000 van a estar habitadas por una sola persona. Debemos responder a un tipo determinado de sociedad, ya que la ciudadanía envejece, las personas no pueden permitirse crear una familia, etc. Necesitamos un pacto de Estado por la vivienda que contenga una visión de país y capacidad de adaptación a los nuevos modelos de vida.
“Un plan de vivienda supone una emergencia nacional”, afirma Herráez
P.: Precisamente, en esos daños causados por la Dana en Valencia (y otros puntos del país) del pasado 29 de octubre, ¿cómo puede contribuir el Coam?
S.H.: La urgencia es recuperar nivel de vida de los ciudadanos. Para ello, debemos llevar a cabo una coordinación a nivel nacional. El otro día hablamos con el Ministerio (de Vivienda), por si estaban dispuestos a colaborar en un plan específico para desarrollar ese poblado de absorción (donde un Ayuntamiento pondría el suelo, la comunidad autónoma aportaría fondos para vivienda y el Ministerio apoyaría mediante un concurso público de arquitectura). Su respuesta es muy positiva. Imagino que, si vamos trabajando desde ahora, dentro de un año y medio, aproximadamente, estaremos en un desarrollo urbanístico (definido por un gran urbanista, español o internacional), con unas viviendas que serán un modelo de consumo energético, de comodidad y calidad de vida, y además en un tiempo récord, estos ciudadanos tendrán un modus vivendi ordenado. La prioridad son esos niños que hasta ahora no podían ir al colegio, ni tenían ropa para vestirse o una cama para dormir. En un país que se proclama desarrollado y solidario, con un nivel impositivo considerable, estos menores deberían tener sus necesidades cubiertas. Para ayudar a mitigar los daños, nosotros desde el colegio de arquitectos de Madrid, hemos puesto alrededor de un centenar de nuestros peritos y arquitectos de varias especialidades (con experiencia en estructuras y en patologías asociadas a ellas) a disposición del colegio de arquitectos de Valencia, según los vayan necesitando. Estamos pendientes de ver qué experiencia podemos lograr.
P.: ¿Cómo va la asociación Madrid 2050, cinco meses después de ponerse en marcha?
A.B.: Estamos avanzando. Ahora mismo estamos constituyendo los grupos de trabajo. Se han cerrado ya acuerdos con Forética y Asprima, las dos asociaciones que nos van a acompañar en la gestión de Madrid 2050. En cada uno de los cuatro grupos de trabajo, va a haber distintos tipos de membresías para que todos puedan compartir la visión integral. Vamos a tener universidades, fundaciones, tercer sector, consejos y colegios profesionales: economistas, abogacía, sociólogos; además de asociaciones industriales y del sector privado, fundamental por ser uno de los grandes financiadores de todas estas operaciones. El Plan Vive se basa en una colaboración público-privada y, en una gran parte de sus compromisos, las administraciones se pueden apoyar en el sector privado. Por ello, todos deben estar en la asociación. En enero, esperamos poder tener los grupos conformados y empezar ya a convocar las primeras reuniones de manera inmediata. En esta primera fase, el foco se pondrá en hacer que el aumento demográfico de la región sea sostenible. El Ayuntamiento de Madrid está revisando su Plan General de Ordenación Urbana, mientras que la Comunidad de Madrid está trabajando con las nuevas leyes de suelo y entorno. Creo que Madrid tiene unas condiciones perfectas para que todo aquello que propongamos pueda llegar a ser ejemplar. Como es este colegio de arquitectos quien ha establecido el marco de colaboración y quien va a marcar las pautas en cierta manera, consideramos fundamental que los participantes en Madrid 2050 tengan como prioridad la calidad arquitectónica. Debe destacarse el trabajo de los arquitectos en todas las fases del proyecto: planeamiento, ejecución, etc. Tenemos que estar en los debates de vivienda, urbanismo, movilidad, ya que todo está interrelacionado. La arquitectura, bien hecha, tiene un poder transformador.
S.H.: Esta asociación nace ante la necesidad de los arquitectos en trabajar de una forma ordenada y con las máximas facilidades. Decidimos poner en marcha una agrupación de intereses para ayudar a nuestros clientes (los propietarios de los suelos), que son de lo más diverso: inversores, terratenientes, etc. No se trata de tener una reunión de una mañana para ayudarnos todos, sino de una hoja de ruta sobre cómo nos vamos a dirigir a todos aquellos que pueden tener algo que decir en nuestro trabajo (como las compañías eléctricas, por ejemplo) cada vez que surja algún problema en un desarrollo urbanístico.
P.: En materia de sostenibilidad, ¿se están llevando a cabo acciones pertinentes por parte de arquitectos, constructores, administraciones, ciudadanía, etc.?
S.H.: Está claro que sí. Si los niños y los jóvenes actualmente hablan de ahorro energético y de consumir menos, es que algo estamos haciendo bien. Tenemos un objetivo común, que es dejar un medio ambiente (también urbano) mejor que el que hemos heredado. Los fondos europeos Next Generation han venido bien para que los ciudadanos gasten menos energía en sus viviendas. De hecho, se están logrando ahorros de hasta el 70%. No tenemos ningún compañero arquitecto que no sepa qué cantidad de energía va a consumir cada edificio que construimos. El siguiente paso es la descarbonización, que ya está presente en todas las compras de materiales. En todo momento, sabemos cuánto carbono se ha consumido en la producción de cada uno. El ahorro energético y la descarbonización ya están totalmente implicados en todo el trabajo del sector. Ahora, las constructoras en los concursos de la ciudad de Madrid tienen que presentar un proyecto de descarbonización interno en sus compañías. No obstante, no debemos conformarnos con lo que se está haciendo. La actividad inmobiliaria es la que más perjuicio causa a la atmósfera en materia de carbono, consumo energético, etc. Por tanto, seguimos trabajando. No podemos considerar que nos encontramos en un desastre (como hasta hace poco) pero tampoco debemos estar satisfechos de más.
“Se prevé que 300.000 viviendas estarán habitadas por una sola persona”
P.: ¿Qué papel juega la industrialización en la construcción?
S.H.: Es algo fundamental ahora. Si tenemos en cuenta la descarbonización en la industria y que los materiales cada vez ahorran más energía, todo va ligado. La industrialización nació como ahorro de tiempo, porque nos daba la oportunidad de ahorrar tres meses en una obra de un año de duración. Además, nos permite ahorrar también dinero, supone un ahorro energético, contribuye a la descarbonización, etc. La industria actual se encuentra impregnada de todas estas ventajas a la vez. Somos defensores de la industrialización y de todo aquello que tiene que ver con el futuro en materia de construcción.
P.: ¿Qué futuro tienen los nuevos materiales, como por ejemplo la madera?
S.H.: La madera ya era usada en el siglo XIX de forma masiva. No obstante, ahora no está siendo tratada igual que entonces. Debemos estar abiertos a todos los nuevos materiales, que contribuyen en el camino hacia la descarbonización. No es lo mismo fabricar, por ejemplo, cemento (con el consumo energético que tiene) que cortar madera. Además, ese árbol que estamos cortando ya ha producido oxígeno durante muchos años. Esta fuera de toda duda que la industria debe perfeccionarse. Primero, no debe perjudicar el medio ambiente; es decir, no podemos realizar cortes masivos (o indiscriminados) de bosques, ni hacerlos de cualquier manera. Segundo, debemos vigilar los traslados, porque no sería lógico traer madera de Noruega a España, por ejemplo. También, debemos tratarla con cuidado. Existen técnicos especialistas en la materia. La madera tiene un futuro muy notorio. Es decir, sí la apoyamos, pero también debemos ver cómo, dónde y para qué.
“Se están logrando ahorros energéticos de hasta el 70%”
P.: Acaban de celebrar una jornada sobre los riesgos de la desinformación. ¿Cuáles son los principales y por qué debemos estar alerta?
S.H.: Hemos organizado junto con la Asociación de la Prensa de Madrid una jornada donde hemos firmado un documento para intentar que los periodistas tengan el suficiente conocimiento para informar de una manera adecuada, sin imprecisiones, y que las dos partes nos encontremos. Estos acuerdos dan buenos resultados, ya que cada uno realiza sus aportaciones. Queremos aprender de los periodistas y ellos quieren aprender de nosotros. Nos gustaría transmitirles que el sector inmobiliario no tiene nada de malo. En él, se incluyen desde los gestores de cooperativas, con ganancias lícitas y pequeñas, hasta los grandes promotores internacionales que cotizan en Bolsa. En esa cadena enorme, donde nos encontramos también los técnicos, no existen los demonios. Al final, todos somos parte del problema, pero también de la solución. Ese es el mensaje que queremos transmitir, mediante los periodistas, a la sociedad, a la opinión pública.
A.B.: No se deberían confundir los términos en cuanto a la falta de acceso a la vivienda. Acabamos de firmar este convenio para promover el rigor informativo en materias como la vivienda, el urbanismo y la arquitectura. Se deberá impulsar la elaboración de glosarios con lenguaje accesible para los ciudadanos, aunque riguroso, y se realizarán talleres formativos en periodismo especializado, entre otras iniciativas. La información es algo muy importante y los técnicos deben promover tanto el rigor como la veracidad, ya que las soluciones deben contar con el aval de los técnicos.