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Las bases del nuevo urbanismo: de tejidos más resilentes a la ciudad de los quince minutos

La emergencia climática está llevando a arquitectos y diseñadores a planificar ciudades más resistentes a los cambios extremos en el clima, mientras que los ayuntamientos apuestan por proyectos de regeneración urbana para recuperar barrios multifuncionales.

B. B.

20 jun 2023 - 04:56

Sostenibilidad urbanismo

 

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Nuevo urbanismo ante la crisis climática. Las tendencias en el diseño urbano muestran una clara prioridad para las próximas décadas: la construcción de edificios resistentes al clima. Arquitectos y urbanistas se están centrando actualmente en crear diseños urbanos resistentes y adaptables a un clima cada vez más imprevisible y extremo.

 

Una de las medidas más en boga pasa por reducir el efecto de isla de calor urbana, introduciendo elementos de refrigeración en el diseño de las ciudades, como más árboles que aumenten la sombra, elementos de agua, vegetación vertical, tejados verdes, limitar la cantidad de asfalto, etc.

 

Así se desprende del estudio The Architecture of the Future, elaborado por la firma PlanRadar con el análisis de las soluciones de doce países (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Austria, Francia, España, Italia, Eslovaquia, Chequia, Hungría, Polonia y Emiratos Árabes Unidos).

 

 

 

 

En España, las principales tendencias del diseño urbano se centran también en la renovación y mejora de los barrios urbanos deteriorados, con la creación de distritos multifuncionales con atención a la accesibilidad y a devolver el protagonismo a los peatones, con calles y barrios transitables.

 

Este último punto constituye una de las principales conclusiones del informe que señala la tendencia en el rediseño de los barrios para que contengan todo lo esencial que una persona necesita para prosperar, con el objetivo de evitar la dependencia del automóvil, lo que a su vez reduce las emisiones, mejora la calidad del aire y reduce los tiempos de desplazamiento.

 

La llamada ciudad de los quince minutos cuyo mayor exponente es París y su alcaldesa Anne Hidalgo, junto con el arquitecto Carlos Moreno, es una de las tendencias en boga. Desde que llegó a la alcaldía, Hidalgo ha promocionado el transporte público y en bicicleta, además de dificultar la circulación de los vehículos privados. A todo ello, se suma un esfuerzo por recuperar el tejido económico, comercial, social y educacional de los barrios para lograr de manera efectiva esa ciudad de los quince minutos.

 

Barcelona mantiene su apuesta por esta tendencia de crear barrios que limiten los desplazamientos de sus ciudadanos. El 22@, en el barrio de Poblenou, bautizado como distrito tecnológico, concentra en un área delimitada vivienda, oficinas, áreas comerciales, equipamientos educativos y también infraestructuras para el ocio.

 

 

 

 

El consistorio barcelonés quiere ahora repetir este éxito en Barcelona Innovation Coast, un programa que busca impulsar 25.000 hectáreas situadas entre la Gran Vía y la costa, y desde Montjuïc al Besós. Para ello, busca atraer universidades, centros de investigación, empresas emergentes, corporaciones, asociaciones y administraciones públicas.

 

Más allá de este proyecto, en el solar de la antigua fábrica Mercedes-Benz, en el distrito de Sant Andreu, se construirá un nuevo minibarrio con 1.400 viviendas, el 60% de ellas libres, además de equipamientos, espacios públicos, oficinas para industrias limpias, centros de conocimiento, edificios universitarios, etc.

 

En el caso de Madrid, el ayuntamiento aceleró tras estallido de la pandemia del Covid-19 la peatonalización de las calles, que ha llegado a vías como el Paseo de la Castellana o la avenida de Concha Espina, entre muchas otras. El vehículo privado cada vez encuentra menos espacio en Madrid para dar paso a un mayor protagonismo del transporte público o los viajes a pie o en bicicleta.