Merlin contrata a Morgan Stanley y JP Morgan para su ampliación de capital

Merlin avanza en su ampliación de capital. La compañía ha contratado a Morgan Stalney y JP Morgan como asesores para una ampliación de capital de mil millones de euros que espera cerrar este mismo año, según avanza Cinco Dias.

Los recursos obtenidos mediante la ampliación de capital irán destinados a su plan de inversión de centros de datos, para el que prevé una inversión de 2.000 millones de euros. En principio, Merlin busca un solo inversor que entre en el accionariado de la compañía, por lo que, dado el importe de la operación, busca una grande firma de capital extranjera.

La compañía ha avanzado en su plan de expansión en centros de datos, con tres nuevas aperturas: Getafe (Madrid), Barcelona-PLZ y Bilbao-Arasur, con 3 megavatios (MW) en funcionamiento en cada uno de ellos, totalizando 9 MW operativos, que le reportaron unos 500.000 euros de rentas.

Merlin prevé invertir 2.000 millones de euros en centros de datos

Ismael Clemente, consejero delegado de la compañía, ha avanzado que ya se están acelerando las órdenes de compra de nuevo equipamiento, con el objetivo de tener 24 MW más instalados a finales del tercer trimestre de 2024, otros 9 MW hacia finales del primer trimestre de 2025 y otros 18 MW a finales de 2025, hasta totalizar 60 MW, que han supuesto una inversión de 560 millones de euros.

También está pendiente de recibir la licencia de obras en Lisboa para un nuevo centro de datos, que espera para antes de abril, con capacidad para 80 MW, así como de aumentar el de Bilbao también hasta 100 MW. En total, espera contar a finales de 2026 con el potencial suficiente para 240 MW.

Merin anotó pérdidas por la devaluación de los activos en 2023. En concreto, anotó un resultado neto negativo de 83,5 millones de euros en 2023, frente a los 263 millones de euros de beneficios del año anterior, como consecuencia del impacto que la caída en la valoración de sus activos ocasionó en la cuenta de resultados de la socimi.

En concreto, el valor bruto de su cartera fue de 11.270 millones de euros, un 3,4% menos en términos comparables, debido al efecto negativo que el alza de los tipos de interés tiene en la rentabilidad exigida a sus activos de oficinas, centros comerciales, logística y centros de datos.