Salas duplicará su producción de viviendas gracias a fondos de un inversor institucional

Salas acelera de la mano de un socio financiero institucional. La promotora catalana propiedad de Pere Esteve y Manel Rodríguez ultima la firma de un acuerdo con un fondo internacional vinculado a una aseguradora para duplicar la compra de suelo y la producción de viviendas en el mercado español.

La inmobiliaria pasará a invertir cincuenta millones de euros en la adquisición de suelo a partir de este ejercicio, gracias a los fondos aportados por este inversor institucional. A medio plazo, esto supondrá duplicar sus entregas de viviendas. “La demanda en los mercados donde estamos presentes es muy grande”, sostiene Manel Rodríguez.

Salas promueve viviendas en, principalmente, las áreas metropolitanas de Barcelona y Madrid, además de Baleares y las áreas de Tarragona y Girona, aunque el plan de crecimiento que impulsa le puede llevar a nuevos mercados.

La empresa entregó el año pasado 462 viviendas y las previsiones apuntan a entregas de 554 unidades en 2023. En el año 2025 comenzará a reflejarse la llegada de nuevos recursos con unas estimaciones de entregas de 1.100 viviendas. Este año cuenta con unas preventas del 95% y las de 2024 se elevan ya al 80%. “Estas cifras nos dan solvencia para mantener nuestra actividad”, señala Rodríguez.

Salas cuenta con preventas superiores al 80% de las estimaciones de entrega para este año y el próximo

El producto que desarrolla Salas se divide más o menos en tercios entre vivienda libre, protegida en venta y alquiler social. De hecho, en esta última modalidad trabaja con numerosas fundaciones para “a precio de coste más un margen de seguridad” entregarles viviendas para colectivos desfavorecidos.

Entre los grandes proyectos que desarrolla actualmente se encuentra la adquisición de un solar en Madrid con un potencial de ochocientas viviendas. “El salto que queremos dar nos obliga a participar en proyectos de no menos de cuarenta unidades”, apunta el empresario. Salas suma 270 trabajadores, ya que integra las actividades promotoras y constructoras en un mismo grupo.

Sobre la Ley de la Vivienda, Rodríguez señala que es “un instrumento y me adapto a ello: la vivienda no puede ser objetivo de lucro especulativo y debe ofrecer un beneficio industrial”. El empresario considera razonables en la actualidad una rentabilidad o TIR de entre el 8% y el 10% para la vivienda libre en venta; entre el 4% y el 6% para el build-to-rent, y entre el 3% y el 4% para el alquiler social.

“Hay mucha necesidad de vivienda sobe todo asequible, porque hay demanda embalsada que va creciendo año tras año”, explica Rodríguez. Para acelerar la producción de viviendas, además de agilizar los trámites administrativos, considera esencial impulsar la construcción industrializada.