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WeWork se prepara para su enésima reconversión de la mano de Yardi Systems

Adam Neumann, el fundador y exconsejero delegado de la compañía, intentó recuperar la empresa en horas bajas, pero ha sido el multimillonario de origen indio quien se ha hecho con la enseña neoyorkina del trabajo flexible. 

WeWork se prepara para su enésima reconversión de la mano de Yardi Systems
WeWork se prepara para su enésima reconversión de la mano de Yardi Systems
Oficina de WeWork en Nueva York.

M. Tamayo

29 ago 2024 - 05:00

La historia de WeWork se escribe con un gran éxito y muchos fracasos. Su ascenso a la cúspide empresarial de la mano de un carismático líder dio para tanto que hasta ha llegado a la gran pantalla, pero la sucesión de errores le ha llevado a la bancarrota, cambios de manos, planes de contingencia y una cascada de cierres. Ahora, la compañía neoyorkina prepara el nuevo curso con su enésima reconversión, esta vez de la mano de Yardi Systems.

 

En estas fechas, hace apenas un año, la compañía ya alertaba de inseguridad financiera y de un plan de choque que no funcionó para evitar la quiebra. WeWork tuvo que acogerse al Chapter 11, el equivalente estadounidense al concurso de acreedores, el pasado septiembre para hacer frente a una deuda de 18.600 millones de dólares.

 

El camino hacia el saneamiento fue arduo, y en medio surgieron viejos liderazgos con ánimos de recuperar el imperio. Adam Neumann, fundador de WeWork, tuvo su minuto de gloria durante una nueva crisis de la empresa, llevando a los titulares su intención de recuperar el control de la empresa de espacios de trabajo flexible.

 

Ante la oferta, la compañía se apresuró a mandar un comunicado alegando que seguía con su hoja de ruta sin hacer caso a cantos de sirena que prometen barra libre de capital: rebajar los gastos de alquiler, reestructurar el negocio y eliminar 4.200 millones de dólares de deuda.

 

 

La historia tuvo su réplica en forma de artículo en Financial Times, que explicaba el sentimiento generalizado entre los acreedores de la compañía era que la táctica de Neumann para recuperar el control, llevar a los medios una oferta desoída por la empresa, no surtiría efecto.

 

Neumann consiguió elevar a WeWork como una de las empresas más valoradas del sector (llegó a valer 48.000 millones de dólares), pero también inició la caída en picado que le hizo entrar en el juzgado el pasado noviembre. El principio del fin del liderazgo del fundador en WeWork se produjo en 2019 con el primer intento de salida a Bolsa, cuando se destapó una deuda de 1.900 millones de euros con poco efectivo restante.

 

Tras la salida de Adam Neumann y bajo la propiedad de la japonesa SoftBank, diversos consejeros delegados han intentado redirigir la empresa con poco éxito. Se recortaron gastos, cerraron filiales y se despidió hasta un 13% de la plantilla, todo para dejar de intentar ser un club social y convertirse en gestor de oficinas y arrendador de espacios. Su viaje al convencionalismo se vio interrumpido por un fenómeno bastante inusual, la pandemia de Covid-19, que impulsó el teletrabajo y puso en entredicho el concepto de oficina.

 

Durante este periplo, la compañía consiguió dar el salto a Bolsa en 2021 a través de una fusión con la empresa de compra con propósito especial (Spac) BowX Acquisition, acciones retiradas ahora de la cotización.

 

 

Para salir del concurso, WeWork firmó una línea de financiación de 450 millones de dólares. De ellos, 337 millones provienen de Yardi Systems, el nuevo accionista mayoritario de la empresa, y 112 millones de tenedores de bonos. Con esta financiación, la compañía dio carpetazo a la propuesta de su fundador y antiguo consejero delegado. Entonces, ¿quién es el nuevo dueño de WeWork?

 

Yardi Systems es una empresa que ofrece software a otras compañías de property management e inversión en real estate y, de hecho, uno de sus clientes es WeWork. Yardi ya era accionista de la compañía, pero ahora ha dado un paso adelante para reflotar la que fue la empresa de moda en el real estate global.

 

Yardi Systems se fundó hace treinta años en Santa Bárbara (California) y cuenta ahora con 9.000 empleados y cuarenta oficinas en Norteamérica, Europa, Oriente Próximo, Asia y Australia. Al frente de la compañía se encuentra su fundador, Anat Yardi, que en el momento de sacar adelante su empresa ya contaba con 24 años de experiencia como programador.

 

El empresario, que dejo India en 196 para instalarse en Estados Unidos, fue uno de los visionarios del sector, y era director de desarrollo de negocio en Unisys, cuando decidió crear Basic Property Management, una aplicación para el ordenador Apple II que se posicionó como una de las primeras herramientas de contabilidad y gestión especializadas en el sector residencial.

 

El negocio que ha conseguido convertirlo en multimillonario lo fundó junto a su esposa y continúa siendo una empresa familiar, a pesar de generar ingresos de unos 3.000 millones de dólares anuales. En declaraciones al Financial Times, el empresario, que ha tenido tradicionalmente un perfil bajo, apuntaba que la marca WeWork no se podía dejar escapar.