El ESG también es cosa de pymes: en busca de la sostenibilidad para atraer inversores
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen particulares dificultades y beneficios en su camino hacia los criterios ESG, una referencia para los inversores, que apuestan por empresas responsables social y medioambientalmente.
21 may 2024 - 05:00
¿Qué significa sostenibilidad en el sector inmobiliario? ¿Cómo se aplican los principios sostenibles a los diferentes segmentos? ¿Cómo impacta la sostenibilidad en el sector inmobiliario en los diferentes aspectos del ESG? En esta serie, patrocinada por la tasadora y consultora Gesvalt, EjePrime analiza cómo el sector inmobiliario en España se está adaptando a los nuevos criterios de sostenibilidad que exige la sociedad e impulsa la Unión Europea.
La sostenibilidad en el 'real estate'
Consulta todos los artículos de la serie.
La sostenibilidad también es para las pymes. Los criterios ESG (por sus siglas en inglés Environmental, Social and Governance) sirven de referencia para los inversores y emprendedores a la hora de participar en un proyecto o apostar por una empresa. Las cifras subrayan este interés: un 77,8% de compradores de vivienda tienen en cuenta la sostenibilidad, según datos de la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI). Tanto pequeñas como grandes empresas persiguen estos elementos para posicionar su activo en el mercado y no quedarse atrás. Pese a los beneficios, las pequeñas y medianas empresas (pymes) se enfrentan a las dificultades que se presentan por su tamaño y capacidad de acción.
Tal y como indica su nombre, los principios ESG se dirigen a factores ambientales, sociales y de gobernanza. Según el informe Perspectivas 2024 Real Estate, realizado por Kpmg junto a la Asociación de Promotores Constructores de España, el 60% de las empresas del sector tienen como prioridad estratégica para el próximo año la adopción y el desarrollo de las cuestiones de sostenibilidad o ESG.
Entre los criterios, el punto más destacado es el referente a la responsabilidad con el medioambiente. Las empresas apuestan cada vez más por ser sostenibles, por ejemplo a través de la creación de departamentos de sostenibilidad. Aunque el impulso aparece sobre todo por la presión desde las administraciones, como el Pacto Verde Europeo y el Objetivo 55 del Consejo Europeo, que busca reducir las emisiones de la Unión Europea en al menos un 55% hasta 2030, para llegar a 2050 con neutralidad de carbono.
El 60% de las empresas del sector tienen como prioridad estratégica durante el próximo año los criterios ESG, según Kpmg
El sector del inmobiliario se presenta como uno de los más afectados. La Comisión pone en el punto de mira al real estate, ya que los edificios son los responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. La propuesta de añadir la eficiencia de los edificios dentro del paquete de medidas del Objetivo 55 llegó en diciembre de 2021. Los principales objetivos de la revisión en 2023 apuntan a que hasta 2030 todos los edificios nuevos sean neutros en emisiones y, para 2050, que lo sean también los edificios existentes.
Por la parte social, el senior manager de Deloitte Financial Advisory, Agustín Manzano, explica que “hay una preocupación por resolver aspectos como el acceso a la vivienda asequible o la generación de espacios de trabajo de mayor calidad para los usuarios; las personas están cada vez más en el centro en las tomas de decisiones que afectan al negocio”. Añade que “el motivo por el cual la componente social se ha analizado menos es que sus métricas son más difícil de cuantificar”.
En cambio, la gobernanza se ha ido trabajando a través del análisis y gestión de las estructuras y las actividades empresariales. La responsable de sostenibilidad en Gesvalt, María José García, apunta que “el real estate en España está muy desarrollado en gobernanza; no todos los países cuentan con informes financieros o de igualdad de las empresas”. También señala que en la construcción existe mucho empleo no regulado, a partir de la economía sumergida del sector, faltando así a elementos clave en la gobernanza. Según el informe Perspectivas España 2024 de Kpmg y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe), el 23% de las empresas españolas pondrá un foco especial en el buen gobierno dentro de su estrategia ESG.
El senior manager de Deloitte Financial Advisory explica que la presencia de los criterios ha crecido “de forma exponencial en los últimos años, iniciándose en los mercados de capitales para llegar hoy en día a todos los agentes de la cadena de valor”. Aunque destaca que “queda trabajo aún por hacer, se está avanzando en su implantación y se verá impulsada por las nuevas regulaciones”. Laura Calderón, manager de sostenibilidad de Kpmg, incide en que “la taxonomía europea está dinamizando de manera significativa el sector inmobiliario en toda Europa y también en España, ya que por primera vez se han establecido unos criterios técnicos estandarizados para considerar un activo inmobiliario como sostenible”.
Entre los beneficios del ESG para las pymes están el acceso a nuevos mercados, el ahorro de costes o la mejora de reputación
La implementación de los criterios ESG en las pymes significa una consolidación de la sostenibilidad y responsabilidad social en el sector, ya que estas empresas constituyen gran parte del conjunto total. Según el estudio Los criterios ESG en las pymes de Iese Business School, son varios los beneficios que el ESG puede aportar a las pymes: el acceso a nuevos mercados, el ahorro de costes, la generación de alianzas con otros actores, facilidades para contratar con el sector público, mejora de la reputación de la marca y adelantarse a normativas futuras. Los inversores y consumidores observan entonces a la empresa como una entidad comprometida.
Sin embargo, también son significativas las limitaciones a la hora de perseguir tales criterios. “La principal dificultad a la que se enfrentan las pymes en la gestión de los ESG son los recursos, tanto humanos como materiales”, apunta Manzano. Empresas con recursos limitados “se ven obligadas a gestionar importantes volúmenes de líneas de trabajo, inversión y datos, además de tiempo de dedicación y conocimiento”, añade.
Conseguir la financiación también es un reto para las pymes a la hora de cumplir las legislaciones que se van imponiendo al sector. En esta problemática, los Fondos Europeos han supuesto “una gran ayuda para las pymes para mejorar en su ESG; están financiando proyectos de sostenibilidad o dando soporte a la digitalización”, explica la responsable de sostenibilidad en Gesvalt. “Las ayudas europeas han supuesto un gran incentivo para la puesta en marcha de proyectos de rehabilitación energética, canalizándose a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (Prea)” apunta Calderón, además de otros programas de rehabilitación y construcción de las administraciones.
Sin embargo, Manzano apunta a que son limitados, ya que “los programas destinados al sector inmobiliario se enfocan principalmente a la rehabilitación residencial y al sector público; el principal beneficiario está siendo el particular”. Añade que “sería oportuna la reactivación de programas para el sector terciario como el Pree”.