El ‘flex’ reduce hasta el 5% su peso en la absorción de oficinas en Europa hasta marzo

El coworking se frena en Europa. Después de tres años de expansión con tasas de crecimiento del 8% y una media de contratación de 800.000 metros cuadrados por año, el sector de oficinas flex pierde peso en el mercado europeo. En el primer trimestre del año, la contratación de espacios flexibles representó el 5% de la absorción de oficinas en el continente, el dato más bajo desde 2017, según datos de Savills.

Para la consultora, el sector de las oficinas de trabajo flexible ha alcanzado su madurez, por lo que los grandes actores del coworking han frenado su expansión. Además, muchos se han centrado en la gestión tras el golpe recibido por la crisis del Covid-19.

Por su parte, que ha suspendido nuevas aperturas y ha centrado su actividad en recortar costes. La compañía había impulsado un tercio de la actividad total de los últimos tres años en el continente.

La absorción media de los espacios de trabajo flexible se ha reducido en un 18%

Le sigue IWG, el operador contaba con cerca del 20% de la actividad total de la contratación desde 2015 pero durante los primeros tres meses del año su presencia representó un 9% del total. Con el hueco que han dejado los grandes operadores, compañías medianas y pequeñas han tendido a contratar más.

Las dimensiones medias de los contratos se redujeron en un 18% en los tres primeros meses del año. La absorción media fue 3.150 metros cuadrados en 2019, frente a los 2.600 metros cuadrados del primer trimestre del año.

París fue la capital europea con una mayor absorción de metros cuadrados de oficinas flexibles

Por ciudades, París se posicionó como la capital con una mayor absorción de metros cuadrados de oficinas flexibles con 26.755 metros cuadrados, seguida por Berlín con 9.635 metros cuadrados contratados en los tres primeros meses del año.

En el segmento de oficinas, los tres primeros meses del año también disminuyó un 19% interanual la contratación de oficinas en el continente. Esta caída se debe a la falta persistente de espacios de calidad disponible que requieren las empresas, además del inicio de la propagación del Covid-19 en Europa a mediados de marzo.