Residencial

Furor inversor en el ‘flex living’ madrileño: pagan más de 4.000 euros en Chamartín

El edificio, con 2.879 metros cuadrados de superficie, está situado en Ciudad Jardín (distrito de Chamartín). Por él, un conocido family office español ha pagado 12 millones de euros, en un proceso de venta fuera del mercado.

Furor inversor en el ‘flex living’ madrileño: pagan más de 4.000 euros en Chamartín
Furor inversor en el ‘flex living’ madrileño: pagan más de 4.000 euros en Chamartín

B. Huguet

24 jun 2025 - 05:00

Nueva operación en flex living más allá del centro. El alquiler temporal goza de una salud envidiable en el real estate español. Prueba de ello es la apuesta de todo tipo de vehículos por este tipo de productos y también por la disparidad de ubicaciones de sus inversiones.

 

El último ejemplo de este fenómeno es la operación cerrada en el barrio residencial de Ciudad Jardín. Conocido por albergar el Parque de Berlín y el Auditorio Nacional, este barrio forma parte del distrito Chamartín, aunque contiguo al barrio de Salamanca. Allí, en concreto en el número 14 de la calle Pantoja, un inversor privado ha desembolsado 12 millones de euros, por un edificio de 2.879 metros cuadrados.

 

“El inmueble, originalmente de uso industrial y completamente reformado en 2020, alberga 28 apartamentos y 27 plazas de garaje distribuidos en cinco plantas sobrerasante (planta baja más cuatro alturas) y una planta sótano destinada a aparcamiento. Actualmente se encuentra alquilado al 100% bajo un modelo de flexliving con contratos de media duración orientados a un perfil residencial temporal”, explican desde la consultora inmobiliaria Variant Real Estate Partners, que ha asesorado al comprador. Se trata de un family office español, con una rama promotora consolidada, altamente profesionalizado y con una amplia experiencia en el sector inmobiliario, según ha podido conocer EjePrime. El vendedor es otro family office.   

 

 

Este inmueble, que originalmente contaba con uso industrial, fue completamente reformado en 2020 y actualmente alberga 28 apartamentos repartidos en cinco plantas sobre rasante (planta baja más cuatro alturas), además de 27 plazas de garaje en una planta sótano. El activo se encuentra alquilado al 100% mediante un modelo de flex living con contratos de arrendamiento de media duración, dirigidos a perfiles residenciales temporales.

 

El activo cuenta con triple fachada, que da a las calles Pantoja, Javier Ferrero y Sánchez Pacheco. Por su localización, el edificio cuenta con conexiones a las vías M-30 y A-2. Asimismo, está situado a unos minutos andando de la estación de metro Alfonso XIII.

 

José Manuel de los Ríos, consejero delegado de Variant, afirma que “esta operación representa el tipo de oportunidades que buscamos para nuestros clientes: activos singulares, con potencial de reposicionamiento y ubicados en zonas estratégicas de la ciudad”. Y añade que “hemos acompañado al comprador desde la fase inicial de búsqueda hasta el cierre de la transacción; nuestro trabajo va mucho más allá de identificar activos: consiste en entender muy bien las necesidades de cada inversor y construir una estrategia personalizada, viable y diferencial en torno a ellas”.

 

De hecho, en este caso, el proceso ha tenido una duración de tres meses. La consultora se ha centrado en zonas dentro de la M-30, donde ha buscado un edificio core+ que ofreciera “retornos realistas en el contexto actual”. Variant asegura que su enfoque pasa por “preservar el capital y maximizar la seguridad de la inversión, siempre”.

 

 

 

Según fuentes de Variant, es habitual que family offices nacionales adquieran este tipo de activos patrimoniales, “siempre que exista un equilibrio adecuado entre el valor del capital y la rentabilidad”. Y añaden que “suelen priorizar el retorno cash-on-cash frente a indicadores como la TIR y, por lo general, invierten con una visión de gestión a largo plazo o, incluso, a perpetuidad”.

 

Frente al alza de precios en el mercado, los inversores privados están siendo más analíticos, según la consultora. Así, “suelen evitar procesos competitivos que eleven artificialmente los precios y distorsionen la toma de decisiones”. Por otra parte, “destacan por su fiabilidad en la ejecución cuando encuentran oportunidades que se ajustan a sus estrategias”.  

 

Fuentes de la consultora señalan que, a corto plazo, no se prevén cambios en el gestión del edificio y que el foco está puesto en observar el comportamiento de la demanda. La prioridad del inversor ahora es “tomar el tiempo necesario para analizar y definir la estrategia que mejor se adapte al edificio, a su entorno y a los objetivos del family office”.