GCA Architects, hotelero para crecer dentro y fuera de España

GCA, tres letras que no significan nada. Los arquitectos Josep Juanpere y Antonio Puig dieron nombre a su estudio para que los sobreviviera, huyendo de los personalismos que rodean la profesión. En la actualidad, tras 36 años de actividad, el estudio con sede en Barcelona cuenta con siete socios y cinco asociados y prevé volver a crecer a doble dígito este año, hasta una facturación de doce millones de euros.

La empresa le debe hoy gran parte de su manera de hacer a la colaboración que realizó con el estudio estadounidense SOM (este sí, con las siglas de sus fundadores en el nombre: Skidmore, Ownings y Merrill). Junto a ello, GCA Architects se introdujo en el proyecto del hotel Arts de Barcelona. El estudio cuenta también con vocación internacional, un área que ha ido creciendo, apoyándose en la construcción de hoteles por todo el mundo y que le ha valido los premios como el Re-Think Hotel Award en 2018 o el ENR Global Best Project Awards de 2017.

Además de hoteles, la compañía ha realizado proyectos de diversas tipologías, desde oficinas a comercial y viviendas, además de algunos espacios de usos mixtos, que van en aumento los últimos meses. Para ello, los socios del estudio han mirado siempre más allá de las fronteras y, a día de hoy, la internacionalización sigue siendo uno de los pilares de crecimiento de la empresa.

El estudio ha vuelto ahora a poner en marcha una nueva sede en Madrid para estar más presente en el mercado español, una oficina que esperen que se consolide el próximo año. Aterrizar en Madrid con una oficina física era uno de los deseos históricos de la firma, que ya se vio truncado con la crisis en 2008. Aunque los estragos de la Gran Recesión quedan lejos, la incertidumbre de la situación actual obliga a la compañía a revisar su plan estratégico mes a mes.

“Hay que aprovechar que en España los arquitectos cuentan con una educación muy completa”, señala Francisco de Paz

Al frente del proyecto están, además de los dos socios fundadores, los socios Francisco de Paz, Josep Riu, Jordi Castañé, Juan Riveiro Martin y Andrea Navarro, además de cinco arquitectos asociados. En total, la plantilla de la compañía asciende hasta unos cien empleados y, tras la pandemia, reforzar el lado corporativo es una de las principales apuestas.

“Estamos realizando muchos más cursos de formación interna y les hacemos saber a nuestros empleados que aquí tienen proyección de futuro”, explica Andrea Navarro. “Yo misma entré como becaria y ahora soy socia”, añade la arquitecta.

Desde el estudio apuntan que la formación funciona como un gran gancho para retener el talento ante una juventud volátil en su puesto de trabajo. “Hay que aprovechar que en España contamos con muy buena formación y los arquitectos cuentan con una educación muy completa”, señala Francisco de Paz. Sobre la muerte de la oficina y la llegada del teletrabajo, ambos arquitectos se muestran escépticos. “Con el teletrabajo, el diseño se resiente”, sostiene Navarro.

Además de retener talento, los planes para no quedarse atrás y seguir avanzando a doble digito año tras año pasan por abrazar la tecnología. “El I+D tiene que estar ligado, sobre todo, a comunicar el producto al cliente”, afirma de Paz. En este sentido, también ha ayudado a la relación con los clientes las certificaciones de sostenibilidad para los inmuebles. “Era algo que ya hacíamos, pero lo hemos reforzado y ahora es mucho más fácil que el cliente lo entienda”, asegura de Paz.