Comercial

La restauración impulsa el retail en ‘high street’, con casi 300 millones invertidos

En un contexto de gran dinamismo de consumo fuera del hogar y una creciente demanda de experiencias gastronómicas, la restauración se consolida como uno de los grandes protagonistas del retail en España, con Madrid a la cabeza.

La restauración impulsa el retail en ‘high street’, con casi 300 millones invertidos
La restauración impulsa el retail en ‘high street’, con casi 300 millones invertidos

Biel Huguet

19 jun 2025 - 05:00

La restauración transforma el mercado retail en España. La cultura social y gastronómica de sus habitantes hacen de este un negocio cada día más pujante, además de impulsar el resto de actividades económicas en las localidades españolas. Los datos de inversión en retail en ubicaciones de high street reflejan registros de actividad comercial al alza. Según Colliers, durante el primer trimestre de 2025, Madrid ha contabilizado un volumen de inversión de 241 millones de euros en espacios comerciales, un 20,5% más que doce meses antes, y la previsión para los próximos doce meses es de crecimiento. Le siguen, también en auge pero con menor volumen, Barcelona, con 36 millones invertidos en esta tipología de activos entre enero y marzo. Los pronósticos también apuntan a que seguirá creciendo.

 

 “En un contexto de gran dinamismo de consumo fuera del hogar y una creciente demanda de experiencias gastronómicas, la restauración se consolida como uno de los grandes protagonistas y contribuye a impulsar la actividad en las principales calles comerciales de las ciudades españolas”, Alicia Corrales, directora de retail research&consultancy en Savills. Añade que esta actividad ha registrado un notable crecimiento en número de aperturas durante los últimos años, “reflejo de su capacidad de atracción y adaptación a las nuevas preferencias de los consumidores”.

 

Adriana Gorri, directora de leasing advisory en JLL España, indica que “entre las zonas más demandadas destacan los distritos centrales de Madrid y Barcelona, que mantienen una demanda constante y elevada, así como zonas con alta afluencia turística en toda la geografía española y otras ciudades como Valencia, Málaga y Zaragoza, que reflejan un creciente interés, especialmente en sus ejes comerciales principales”. Por su parte, en poblaciones de menor tamaño, los centros comerciales “funcionan como punto de entrada para las grandes cadenas, que aprovechan el ‘efecto ancla’ de estos espacios para garantizar afluencia”.

 

 

 

 

Paula Paternina, responsable de retail F&B en Colliers, detalla que los establecimientos dedicados a gastronomía (food&beverage, F&B) “tienden a posicionarse en ubicaciones algo más secundarias, ya que sus niveles de renta son inferiores en comparación con otros operadores”.  Así, zonas estrella para la restauración, como son, en la capital, el Barrio de Salamanca (calles como Velázquez, Jorge Juan y Castellana), “indican precios aproximados de 70 euros por metro cuadrado al mes”, según los datos de esta consultora. Por contra, las rentas medias de alquiler para Madrid en áreas prime para el retail, sobresalen vías como Preciados, con rentas de 260 euros, y Serrano, en 245 euros. En Barcelona, la más cara es Portal de l’Àngel, con rentas de 265 euros por metro cuadrado por mes, seguida de Paseo de Gracia, con 250 euros.

 

JLL señala que la renta para este tipo de locales “varía significativamente según la ubicación”. Según Gorri, en Madrid y Barcelona podemos encontrar rentas en zonas prime que oscilan entre 80 y 120 euros por metro cuadrado al mes, frente a ubicaciones secundarias de estas mismas ciudades, que van de 30 a 60 euros por metro cuadrado al mes. En capitales de provincia de tamaño medio, los locales en ejes comerciales principales pueden alcanzar entre 40 y 70 euros por metro cuadrado al mes, mientras que “se reducen considerablemente en zonas periféricas”.

 

La responsable de Savills coincide en que los niveles de renta en esta actividad “varían notablemente en función de la localización, el tamaño del local y las características del entorno”. Además, en algunos casos, se pueden situar en el rango de rentas más altas en los ejes prime de grandes ciudades. Corrales explica que tanto la ubicación como el concepto de negocio son “factores determinantes y deben entenderse como complementarios en la estrategia de expansión de cualquier operador”. La directiva recuerda que la estrategia de un restaurante fast food no es la misma que la de uno premium y, por lo tanto, “su público objetivo, sus márgenes y las ventas necesarias son también diferentes, por lo que el tipo de ubicación que necesitan es diferente”.

 

 

 

 

Paternina establece cuatro categorías de perfiles activos en la búsqueda de locales. En primer lugar, fast casual, con preferencia por zonas de alto tránsito peatonal. Segundo, franquicias, que buscan ubicaciones con elevada afluencia de público. Tercero, alta cocina, habitualmente vinculada a establecimientos hoteleros. Y, por último, fine dining, que se concentra en el barrio de Salamanca de Madrid y, en algunos casos, en zonas céntricas, con operadores que tienen visión a largo plazo.

 

En una línea similar, Gorri explica que el segmento fast food busca la máxima capilaridad posible, mientras que el fast casual se enfoca en ubicaciones estratégicas muy transitadas. Estos formatos requieren generalmente superficies a partir de 250 metros cuadrados, y pueden llegar hasta 500 o 600 metros cuadrados. Mientras tanto, el casual dining combina una buena localización con una propuesta gastronómica diferenciada y suele ocupar espacios más reducidos, a partir de 150 metros cuadrados. Gorri remata añadiendo que “la restauración tradicional suele oscilar en espacios de entre 200 y 400 metros cuadrados, en función del número de mesas objetivo, frente a la alta gastronomía (y cocina de autor), la que mayor variabilidad presenta, desde espacios íntimos de 150 metros cuadrados hasta grandes establecimientos, de más de 600 metros cuadrados, para crear experiencias distintivas”.

 

Corrales apunta que los formatos de comida rápida y casual suelen ocupar entre 120 y 250 metros cuadrados, mientras que los conceptos más experienciales (o de cocina elaborada) pueden alcanzar superficies de 400 metros cuadrados, o incluso más.

 

En total, según JLL, las dos ciudades principales suman 166 locales dedicados a restauración en zona prime, con una superficie total de 53.896 metros cuadrados. Madrid dispone de 119 establecimientos (con una extensión de 36.186 metros cuadrados) y Barcelona, de 47 locales (con 17.710 metros cuadrados).